Los profetas de Israel (LXV) – Jeremías (3)
He aquí vienen días, dice YHVH, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán YHVH justicia nuestra (Jeremías 23:5,6)
Hay pastores que destruyen y dispersan las ovejas del Señor. Ocurrió en días del profeta Jeremías y en otros tiempos. Un liderazgo centrado en sí mismo, que se apacienta a sí mismo, que no está en el secreto del Señor para oír su palabra (23:18,22), acaba anunciado sueños de su propio corazón, vanas ilusiones y esperanzas vacías; profetizan sueños mentirosos que no traen ningún provecho al pueblo, por tanto, la congregación se pierde en la dispersión, y asimilada entre las naciones paganas abandona el llamado original de Dios.
Ocurrió con el Israel antiguo. Ha ocurrido con la iglesia de ayer y de hoy. Y seguiremos asistiendo al espectáculo de profetas y maestros falsos, que echarán a perder la grey de Dios. Gobernantes corruptos que usan la autoridad recibida para enriquecerse ellos mismos.
La pérdida de la justicia y la equidad dan lugar a un tiempo de decadencia y ruina. Era la realidad que vivía Jeremías en sus días, y que nosotros vivimos en gran medida en los nuestros. En medio de tales afrentas a la autoridad delegada por Dios, el Señor mismo levanta un renuevo justo que reinará como rey.
Cuando el Mesías apareció en la tierra de Israel en los días de su carne, las ovejas de la casa de Israel estaban dispersas y desamparadas como ovejas sin pastor. Así las vio el Hijo de Dios en su primera venida (Mt.9:35-38). Pidió obreros para la mies. Preparó a doce y los envío a pastorear las multitudes. Primer cumplimiento de la profecía que estamos viendo aquí.
Sin embargo, el deterioro de la naturaleza caída del hombre sigue su curso inexorable de corrupción y vuelve a perder el llamado original de Dios, con lo cual el Señor mismo viene por segunda vez para reinar como rey justo en la tierra. Lo hará como vástago de la descendencia de David. Fue profetizado por el mismo hijo de Isaí (2 Sam.23:3,4). Lo recogen diversos profetas que hemos ido viendo, y también Jeremías.
Observa los detalles que nos da. Reinará como Rey, será dichoso, hará juicio y justicia en la tierra; una tierra espoliada y cansada de gobiernos perversos y malos. En sus días habrá salvación para Judá e Israel, habitando confiados, y se le llamará YHVH justicia nuestra (33:16). La justificación ya estaba en la predicación de Jeremías. El evangelio contiene este mensaje de justicia de Dios por la fe en Cristo.
Después de largo tiempo de gobernantes y pastores que dispersan la grey, vendrá el Deseado de las naciones, ―el Rey―, para pastorear su pueblo.