Los profetas de Israel (XVII) – Isaías (3)
Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de YHVH, y del resplandor de su majestad… La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo YHVH será exaltado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos. Y se meterán en las cavernas de las peñas… por la presencia temible de YHVH, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra (Isaías 2:10-19)
Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Heb.9:27). El predicador acabó su discurso con este mensaje: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala (Ecl.12:13,14). Hay un día señalado por el Hacedor de todas las cosas, en el cual juzgará al mundo con justicia, y lo hará mediante aquel varón, a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos (Hch.17:31). Este mensaje está ampliamente advertido en la Escritura.
Pero como en los días de Noé, cuando venga, sorprenderá a muchos que viven descuidados en sus pasiones y deleites cada día, hasta que la puerta del arca se cierre. Por eso está anunciado que hoy es día de salvación, y si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, para que aquel día no os sorprenda.
La presencia temible del Señor se manifestará en toda su majestad y autoridad. La altivez del hombre será abatida, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. La soberbia será humillada, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado. En ese día solo el Señor será ensalzado junto con los suyos, con quienes vendrá en su venida.
Quitará los ídolos. Tenemos aquí dos de los pecados predominantes del ser humano: la soberbia y la idolatría. Ambos se retroalimentan. Forman parte de una misma naturaleza caída en desobediencia. El reino de Dios en la tierra será sin soberbia, ni ídolos. Solo Él será exaltado. Toda rodilla se doblará ante su majestad. Vendrá para juzgar la tierra y sus moradores.
Entonces, quienes no se han arrepentido de su maldad se esconderán de la ira del Cordero. Se meterán en las peñas, y cuando estas no puedan esconderlos de la ira que vendrá, dirán que caigan sobre ellos, buscando la muerte (Ap.6:15-17). Por tanto, lo que para unos será día de redención y salvación, para otros de juicio y destrucción. El reino mesiánico anuncia también el día de la ira sobre los que no se han arrepentido. Hoy es tiempo de salvación. El arca sigue abierta. Entra.
El reino de Dios en la tierra establece la adoración al único Dios; juzga a los soberbios e idólatras que no tendrán lugar donde esconderse.