Los profetas de Israel (XXXVII) – Isaías (23)
Así dice YHVH Rey de Israel, y su Redentor, YHVH de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios (Isaías 44:6). Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más… Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua (Isaías 45:22,23).
Una de las grandes controversias teológicas que ha causado ríos de tinta es la identidad de Jesús. Para unos solamente hombre; y para otros hombre y Dios. La resolución a este misterio ha sido y seguirá siéndolo, piedra de tropiezo, y roca de escándalo. No en vano, identificar correctamente la persona y la obra de Yeshúa es fundamental para la salvación. Por ello el engañador y anticristo ha echado todo el humo y furor del abismo sobre este nombre.
Es en el nombre de Jesús al que se sujetan los demonios; el que ha recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra para que los suyos anuncien el evangelio a todas las naciones. También en su nombre se han cometido atrocidades propias del adversario de su causa. Porque Jesús nunca enseñó a los suyos a extender su mensaje mediante la espada. Que se ha haya hecho pretendidamente en su nombre no es más que una gravísima desviación de su doctrina.
Sobre la identidad de Jesús, el siervo de YHVH, que aparece en múltiples ocasiones en el libro de Isaías, debemos observar que identifica a YHVH con el que más tarde aparece como Hijo de Dios.
En Isaías podemos ver en muchas ocasiones que YHVH es Jesús. Se le llama Rey (como el Rey de reyes de Apocalipsis). Redentor. El primero y el postrero, identificado claramente con Jesús en Ap.1:8 y 22:13. Fuera de él no hay Dios, identificando a YHVH con Yeshúa, y por tanto, con el Hijo encarnado. El profeta está hablando del Rey, el Redentor, el primero y postrero; todos ellos títulos aplicados a Jesús. Por tanto, también el de su divinidad. Fuera de mí no hay Dios. Además es salvador universal: mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra. Toda rodilla se doblará ante él, y está escrito que solo a Dios adorarás. El apóstol Pablo lo recoge en su carta de Filipenses 2:9,10.
Una y otra vez vemos en el mensaje del profeta Isaías cómo está revelando al Hijo de Dios, que vendría como Redentor primeramente, para luego hacerlo como Rey. YHVH es Jesús. Los apóstoles identificaron a YHVH con Jesús, por tanto, con Dios mismo. El mismo David reconoció que YHVH dijo a su Señor, es decir, el Señor de David era uno con YHVH (Sal.110:1) Mt.22:41-46). Grande misterio. Revelado por el Espíritu Santo a los niños, y escondido a sabios y entendidos (Mt.11:25).
El profeta llama a YHVH Rey de Israel, Redentor, Alfa y Omega, Salvador universal, único Dios, y todos le adorarán; títulos identificados con Jesús.
Nota: para un estudio más amplio sobre la divinidad de Jesús ver mi escrito: