Los profetas de Israel (VI) – Amós (2)
Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantare sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho YHVH Dios tuyo (Amós 9:11)
Una de las peculiaridades del profeta Amós es que él mismo no se consideraba profeta, al menos, no un profeta en el sentido profesional como sí lo era el sacerdote Amasías (7:10-17). Amós era boyero, no pertenecía a ninguna familia de profetas, por tanto, no era relevante para la sociedad de su tiempo, pero sí tenía un mensaje claro de parte del Señor que anunció sin tapujos, ni timidez. Después de anunciar la destrucción del reino del norte, el reino de Israel, y su entrega al cautiverio del que aún no ha regresado, el profeta anuncia un día cuando Israel recupera el reinado de David, que en sentido estricto se refiere a la llegada del Mesías para establecer su reino en Jerusalén.
Una de las características de la restauración anunciada por los profetas que se va a repetir una y otra vez, es que Israel regresa del cautiverio para recuperar la tierra que le fue entregada en el pacto que Dios hizo con Abraham para siempre. Por tanto, la restauración del reino mesiánico tiene que ver con el regreso de los judíos a su tierra ancestral, hecho que hemos visto el pasado siglo XX.
Amós anuncia un tiempo de cosechas aceleradas y fructíferas que conseguirán una gran productividad de la tierra. El que ara alcanzará al segador, y el pisador de la uva al que lleva la simiente. Israel edificará las ciudades asoladas, las habitarán, plantarán viñas, y beberán el vino de ellas; harán huertos, y comerán de su fruto; lo cual indica el regreso de una gran devastación anterior.
Como en el principio de la creación, el caos y la desolación, donde las tinieblas cubrían la faz de la tierra, la palabra de Dios creó una nueva realidad de orden y armonía. Así es el regreso del reino mesiánico a la tierra anunciado por Amós. Israel será plantado en su tierra, y nunca más será arrancado de ella (se repite esta expresión una y otra vez), tierra que le fue dada por Dios mismo, en la cual será establecido su anunciado gobierno sobre todas las naciones. Todo el lenguaje tiene un sentido literal, físico y material. Es un reino en la tierra en unas condiciones nunca antes vistas, en las que Israel ocupa un protagonismo principal para no ser nunca más removido en cautiverio. Es la esperanza mesiánica.
A la restauración de Israel en su tierra le sigue un periodo de gran prosperidad, victoria sobre sus enemigos, y el reino de Dios en Jerusalén.