ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.
Orando con Habacuc: «Oh, Señor, he oído tu palabra, y temí… en la ira, acuérdate de tener compasión » (Habacuc 3:1,2 LBLA).
Padre nuestro; Señor de toda la tierra; hemos oído lo que tu palabra dice de ti y el temor ha invadido nuestro corazón. Porque conocemos tu justicia, y la ira que se rebela contra toda impiedad de los hombres que detienen con injusticia la verdad. Por eso, Señor, conociendo tu ira contra la impiedad, sabiendo que nuestros pecados hacen separación entre Dios y los hombres, que lo retienen en la muerte eterna, sin esperanza; por eso, Señor, alzamos nuestra voz al cielo para que en la ira, te acuerdes de tener compasión.
Porque mejor que la vida es tu misericordia. Porque son nuevas cada mañana; porque grande es tu fidelidad; porque eres bueno y tu justicia permanece para siempre, por ello, Amado Señor del Universo, pedimos que tu misericordia triunfe sobre el juicio.
Juicio, Señor, que merecemos por la inmensidad de nuestro pecado. Pensamos, oh Dios, en la decadencia que barre el continente europeo en nuestros días. Vemos con indignación como el impío se enseñorea de la verdad, menosprecia tu ley, y su arrogancia sin límites se levanta como la voz del necio que no sabe que su día se acerca.
Padre, el remanente de tu pueblo, aquellos que no doblan sus rodillas ante los Baales y las Aseras, venimos ante ti confiados en la justicia de tu trono, y en la verdad de la compasión que muestras hacia los hijos de los hombres. ¡Perdónanos, Señor! Perdona la ignorancia de nuestro antisemitismo europeo. Perdona la soberbia de nuestros gobernantes y levanta hombres justos para dirigir las naciones de Europa.
Señor, estamos abatidos; nuestra alma está turbada viendo los hechos inicuos de ellos. Oímos y vemos cada día la manipulación de muchos medios de comunicación que tuercen la verdad, ignoran que hay uno que vela sobre ella, y ponen de manifiesto que los dirige el padre de la mentira. Mienten sobre la causa de Israel. Por eso, Señor, levantamos nuestra oración ante ti para que Israel siga siendo restaurado en su tierra; el velo sea quitado y se vuelvan a ti; porque en su restauración sabemos que hay bienestar para todas las naciones.
Padre, en la ira, acuérdate de la compasión. Acuérdate de España y trae en memoria el clamor de la sangre derramada de muchos «Abel» que han dado su vida por el avance del evangelio en nuestra tierra, y sánala. Entonces, Señor, se reedificarán las ruinas antiguas, se levantarán los lugares devastados de antaño, y se restaurarán las ciudades arruinadas, los lugares devastados de muchas generaciones [1]. Y tu nombre será exaltado por los siglos de los siglos. Amén.
Notas.
[1] – Isaías 61:4 LBLA