ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.
Orando con Jesús: «Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos» (Juan 17:12,13 RV60).
Padre amado, vivimos en medio de una gran oscuridad de los pueblos. El presente siglo ha aumentado en maldad de manera alarmante, por ello estamos necesitados de ser guardados para no caer bajo los hechizos del brillo babilónico. Señor, juntamente con Jesús pedimos que nos guardes en tu nombre. Guarda a tu iglesia, oh Dios, para que siga siendo luz y sal en la tierra. Vivifica a los redimidos para que podamos glorificar tu nombre en medio de esta densa oscuridad.
Señor, tu nombre es torre fuerte. Por eso hemos venido a refugiarnos, juntamente con Rut la moabita, bajo las alas del Dios de Israel [1]. No seamos avergonzados de nuestra esperanza. Mediante tu Hijo y Mesías hemos quedado unidos para siempre a las promesas hechas a los padres Abraham, Isaac y Jacob. Decimos, oh Dios, con Rut: donde quiera que Israel vaya, iremos; su pueblo será nuestro pueblo; y su Dios es nuestro Dios [2].
Padre santo, hemos recibido las palabras de Jesús que tu le diste para darnos. Esas palabras de vida que nos han sacado del presente siglo malo, nos han hecho extranjeros y peregrinos en la tierra, extraños para muchos, pero conocidos por ti. Somos ovejas de tu prado. Nos has llamado por nombre. Nos has escondido en Cristo [3]. Y hemos sido hechos justicia de Dios en él [4]. Gracias Señor.
Padre, juntamente con las palabras de Jesús hemos recibido su gozo completo [5]. Aunque en ocasiones lloremos y estemos tristes, nuestra tristeza se convertirá en gozo [6]. Nos ha prometido que volveremos a verle y nadie nos podrá quitar nuestro gozo [7]. Aunque ahora no le veamos, nos gozamos con gozo inefable y glorioso [8]. Por eso, Padre, alzamos nuestra voz al cielo en su nombre para pedir y recibir, y que nuestro gozo sea cumplido [9]. Alabado sea tu nombre.
Gracias, oh Dios nuestro, por las palabras de vida recibidas mediante tu santo Hijo Jesús que llenan de gozo nuestras vidas el tiempo que nos queda para cumplir tu voluntad. Miramos al que se ha sentado a tu diestra para siempre después de acabar su obra. Queremos seguirle y alcanzar el reino eterno al lado suyo. Te alabamos en su nombre. Amén.
Notas:
[1] – Rut 2:12
[2] – Rut 1:16
[3] – Colosenses 3:3
[4] – 2 Corintios 5:21
[5] – Juan 15:11
[6] – Juan 16:20
[7] – Juan 16:22
[8] – 1 Pedro 1:8
[9] – Juan 16:24