Las prácticas del islam siguen siendo un gran misterio en casi todo el mundo occidental. Parece como si esta religión, que tiene catorce siglos de existencia, hubiera nacido ayer. Existe una gran ignorancia sobre la cultura musulmana que siempre hemos querido mantener al margen, pero que hoy se ha colado en nuestro diario vivir como invitado que amenaza con quedarse.
Convendría que hiciéramos el esfuerzo de comenzar a penetrar esta densa oscuridad que está avanzando por toda Europa, con el fin de desenmascarar sus entrañas, su naturaleza, sus motivaciones y propósito, para ello es necesario comprender algunos de sus ritos, confesiones, y de forma especial, sus recitaciones.
La oración de una religión nos da en buena medida la naturaleza su carácter, la deidad que esconde, la personalidad de sus líderes y el ejemplo de su profeta, que en el caso del islam sabemos que se inició con Mohammed (Mahoma).
Hay una expresión que ya comienza a sonarnos, y que identifica el grito de guerra de muchos de los que cometen atentados terroristas en nombre de Alá, me refiero a la expresión: Allahu Akbar (Alá es el más grande).
Pues bien, hay un rezo musulmán llamado Takbir que contiene la frase «Alá es el mayor», o el más grande. Es usado por los musulmanes en distintos contextos: en el rezo normal, en el llamado a la oración, como expresión informal de fe, se usa en tiempos de angustia, para expresar determinación o desafío, se usa también después del nacimiento de un niño o en el fallecimiento de una persona. Allahu Akbar es también el grito de guerras de todo muyahidín (yihadista), o de todo shahis (el islamikaze que se explota asesinando infieles); también es el lema de las banderas nacionales de Afganistán, Irak, Irán, Pakistán.
Según el periodista Eduard Yitzhak, el origen del Takbir, la recitación de esta breve frase: Allahu Akbar, se remonta al mismo Muhammad, cuando atacó a los judíos de Jaybar en el año 628. El Hadiz Bujari 4:52:195 narra la entrada de Muhammad en combate con este grito de guerra: Allahu Akbar, es decir, Alá es el más grande; lo cual pone de manifiesto que los atentados terroristas que se están produciendo por toda Europa, y otros lugares, al grito de la deidad islámica como la más grande, es exactamente islam puro y original, modelo de Muhammad, y por tanto, nada que ver con fanáticos alejados del islam real, sino todo lo contrario.
Hay muchos musulmanes y apologistas que quieren colocar la idea de que Allahu Akbar es simplemente la traducción árabe de una frase en español que significa «Dios es grande», lo cual es totalmente erróneo y falso. Allahu Akbar no significa «Dios es grande», como se afirma a menudo, sino que su significado real es «Alá es el más grande», mostrando la superioridad del islam sobre todas las demás religiones; en la mente de un musulmán tiene el sentido de supremacía y superioridad; fue lo que práctico y enseñó su profeta ya en el año 628.
«Alá» no es simplemente la palabra árabe para Dios (otra falsa interpretación), sino que es el nombre de la deidad escogida por el profeta del islam, la cual era el ídolo mayor de la Kaaba; y el término «Akbar» no significa «grande», sino «el más grande, el mayor». Pensemos. ¿Más grande o mayor que quién? La respuesta la encontramos en la idea del pensamiento islámico: Alá es el más grande dios que usted puede creer, es mayor que el concepto del Dios judío y cristiano.
En conclusión. Cuando un musulmán recita el Takbir, que incluye la expresión: Allahu Akbar, no está haciendo una oración al Dios de Israel, sino al más grande de los dioses de la Kaaba de la Meca pre-islámica. El dios del islam no es el Dios de la Biblia, aunque haya personas religiosas o laicas que con «buenas intenciones» pretendan dar la idea de que las tres religiones monoteístas oran al mismo Dios. No es verdad. Y no lo es según las fuentes islámicas, que en la mayoría de la cultura occidental se desconoce y en muchos casos se prefiere seguir negando.