Que es recitar el Takbir (Allahu Akbar)

Takbir (2)Las prácticas del islam siguen siendo un gran misterio en casi todo el mundo occidental. Parece como si esta religión, que tiene catorce siglos de existencia, hubiera nacido ayer. Existe una gran ignorancia sobre la cultura musulmana que siempre hemos querido mantener al margen, pero que hoy se ha colado en nuestro diario vivir como invitado que amenaza con quedarse.

Convendría que hiciéramos el esfuerzo de comenzar a penetrar esta densa oscuridad que está avanzando por toda Europa, con el fin de desenmascarar sus entrañas, su naturaleza, sus motivaciones y propósito, para ello es necesario comprender algunos de sus ritos, confesiones, y de forma especial, sus recitaciones.

La oración de una religión nos da en buena medida la naturaleza su carácter, la deidad que esconde, la personalidad de sus líderes y el ejemplo de su profeta, que en el caso del islam sabemos que se inició con Mohammed (Mahoma).

Hay una expresión que ya comienza a sonarnos, y que identifica el grito de guerra de muchos de los que cometen atentados terroristas en nombre de Alá, me refiero a la expresión: Allahu Akbar (Alá es el más grande).

Pues bien, hay un rezo musulmán llamado Takbir que contiene la frase «Alá es el mayor», o el más grande. Es usado por los musulmanes en distintos contextos: en el rezo normal, en el llamado a la oración, como expresión informal de fe, se usa en tiempos de angustia, para expresar determinación o desafío, se usa también después del nacimiento de un niño o en el fallecimiento de una persona. Allahu Akbar es también el grito de guerras de todo muyahidín (yihadista), o de todo shahis (el islamikaze que se explota asesinando infieles); también es el lema de las banderas nacionales de Afganistán, Irak, Irán, Pakistán.

Takbir (3)Según el periodista Eduard Yitzhak, el origen del Takbir, la recitación de esta breve frase: Allahu Akbar, se remonta al mismo Muhammad, cuando atacó a los judíos de Jaybar en el año 628. El Hadiz Bujari 4:52:195 narra la entrada de Muhammad en combate con este grito de guerra: Allahu Akbar, es decir, Alá es el más grande; lo cual pone de manifiesto que los atentados terroristas que se están produciendo por toda Europa, y otros lugares, al grito de la deidad islámica como la más grande, es exactamente islam puro y original, modelo de Muhammad, y por tanto, nada que ver con fanáticos alejados del islam real, sino todo lo contrario.

Hay muchos musulmanes y apologistas que quieren colocar la idea de que Allahu Akbar es simplemente la traducción árabe de una frase en español que significa «Dios es grande», lo cual es totalmente erróneo y falso. Allahu Akbar no significa «Dios es grande», como se afirma a menudo, sino que su significado real es «Alá es el más grande», mostrando la superioridad del islam sobre todas las demás religiones; en la mente de un musulmán tiene el sentido de supremacía y superioridad; fue lo que práctico y enseñó su profeta ya en el año 628.

«Alá» no es simplemente la palabra árabe para Dios (otra falsa interpretación), sino que es el nombre de la deidad escogida por el profeta del islam, la cual era el ídolo mayor de la Kaaba; y el término «Akbar» no significa «grande», sino «el más grande, el mayor». Pensemos. ¿Más grande o mayor que quién? La respuesta la encontramos en la idea del pensamiento islámico: Alá es el más grande dios que usted puede creer, es mayor que el concepto del Dios judío y cristiano.

En conclusión. Cuando un musulmán recita el Takbir, que incluye la expresión: Allahu Akbar, no está haciendo una oración al Dios de Israel, sino al más grande de los dioses de la Kaaba de la Meca pre-islámica. El dios del islam no es el Dios de la Biblia, aunque haya personas religiosas o laicas que con «buenas intenciones» pretendan dar la idea de que las tres religiones monoteístas oran al mismo Dios. No es verdad. Y no lo es según las fuentes islámicas, que en la mayoría de la cultura occidental se desconoce y en muchos casos se prefiere seguir negando.

La oración en el islam (2)

Manchester

Hoy nos hemos despertado con un nuevo atentado islamista asesino, que se produjo anoche en la ciudad de Manchester, y que hasta el momento ha causado la muerte de 22 jóvenes y  herido a 59 personas. Fue al final de un concierto juvenil de la cantante Ariana Grande.

Una vez más estamos ante la naturaleza real del islam, que no solamente hace sus rezos pacíficamente en dirección a la Meca, sino que una parte de sus integrantes, especialmente salafistas, incluyen en sus oraciones las acciones oportunas para adelantar la causa islámica en el mundo. Porque debemos recordar que una de las oraciones del salafísmo musulmán es la siguiente:

«Oh Alá, mata a los despreciables cristianos. Alá, mata a todos y cada uno de ellos…»  

El salafísmo es la corriente teológica que pretende volver al islam más puro y sincero, apoyando sus prácticas en una interpretación literal de los textos sagrados del islam, a saber, el Corán y los Hadiz. Veamos algunos ejemplos de lo que afirmamos.

El Corán contiene casi 124 aleyas (versículos) de paz, que pertenecen al periodo de la Meca. Se escribieron antes de la Hégira (622 d.C.), es decir, durante el tiempo que Mahoma predicó en la Meca. Después de ese año 622 se escribieron 255 aleyas (versículos) que llaman a los musulmanas a la guerra contra los infieles. Estos textos pertenecen al periodo de Mahoma en Medina, donde se constituyó en caudillo, abandonando la predicación pacífica y dando paso a la yihad violenta para imponer el islam en todo el territorio de la Península arábiga.

Ante esta disyuntiva de textos pacíficos y violentos, se impone el principio hermenéutico llamado «Al Nasij wa al Mansuj», que significa que lo último abroga lo primero. Por tanto, los textos violentos tienen prioridad sobre los pacíficos. Por ello la oración salafista profundiza en el exterminio de los infieles (judíos y cristianos, así como los musulmanes tibios que no viven según la implantación más radical del islam) llegando al extremo que hemos anotado.

Otro dato a tener en cuenta para comprender la naturaleza del islam fundamental es que las palabras matar, guerra y luchar se mencionan en el Corán y en la Sunna (Sharia) o ley islámica, no menos de 35.213 veces.

Ante estos hechos irrefutables de los textos islámicos, pretender domesticar el islam salafista en nuestras sociedades occidentales no pasa de ser una quimera y de una ingenuidad gravísima.

El islam salafista, de la rama wahabista, predomina en Arabia Saudí, donde hace muy poco estuvo el presidente Trump, recibido en apariencia con todos los honores, y cuyo mensaje, por un lado alto y claro contra el terrorismo islamista, no deja de ser limitado en cuanto a la identificación del enemigo, no solo en el Irán (chiita), sino en gran parte de la financiación que ha salido del país árabe favoreciendo el terrorismo de Al Qaeda y otros.

A pesar de las buenas intenciones del presidente norteamericano, y los acuerdos para luchar contra el terrorismo en coalición con los países del Golfo Pérsico, hoy hemos conocido un episodio más de la violencia islamista que ha golpeado nuevamente el Reino Unido. Las intenciones teóricamente son buenas, los hechos tozudos, revelando la maldad del corazón del hombre contra su prójimo.

PadrenuestroLa oración que nos enseñó Jesús debe sostener las nuestras con ardiente pasión: Padre nuestro, venga tu reino, hágase tu voluntad, perdónanos y líbranos del mal [el maligno], amén.

La oración en el islam (1)

Musulmanes orandoTodas las religiones tienen diversos tipos de oración. Es más. Gran parte de la naturaleza de una religión viene determinada por el contenido de sus oraciones.

Podemos identificar las características de un sistema religioso a través de su formato de oración, cómo se acercan a su dios: con temor, sumisión, reverencia, repetición, de forma mecánica, ritual, en libertad, etcétera.

En el caso del islam sabemos que uno de los pilares de su fe es la oración, que ha de realizarse obligatoriamente cinco veces al día mirando a la Meca, en posición de sumisión y básicamente como una recitación de textos del Corán, generalmente en árabe, cuyo contenido no es lo más importante, sino la repetición de las palabras en la forma adecuada. De tal manera, que en muchos casos el orador no entiende el sentido de sus rezos, aunque comprende que es la forma establecida y con ella agrada a Alá.

En el islam no hay posibilidad de tener una relación personal con la divinidad, como sí es el caso del cristianismo. Los musulmanes no buscan un acercamiento espiritual para mantener una comunión interna con Alá, desde el corazón, sino que viene a ser una sumisión a su voluntad con temor, sin posibilidad de una filiación paternal.

rezo musulmanGran parte del ritual islámico está orientado a la exposición pública de sus manifestaciones. Primeramente hay que realizar las distintas abluciones, lavado de manos y pies, sacarse el calzado, para luego inclinarse de rodillas, tocando la cabeza en el suelo, todos bien uniformados, moviéndose al unísono sin alterar el orden establecido. Causa verdadera impresión cuando lo ves por primera vez. Sus movimientos unívocos generan una atmósfera espiritual que produce cierta tensión ambiental. Tal vez están diseñados para impresionar o atemorizar. El ayuno común del Ramadán es una fortaleza espiritual que no debemos soslayar.

Dicho esto, a modo de breve introducción, preguntémonos sobre el contenido de sus oraciones. ¿Qué oración hace un musulmán salafista? El salafísmo es la corriente teológica que pretende ser la más pura y a la que todos los musulmanes sinceros deben plegarse, puesto que se asienta en los inicios del movimiento islámico en días de Mahoma y su posterior implantación en Arabia.

Según los periodistas y escritores, expertos en islam y el mundo árabe, Eduard Yitzhak y Raymond Ibrahim, una de las oraciones habituales a Alá entre los miembros del Estado Islámico, y en las mezquitas salafistas en Europa es esta:

«Oh Alá, mata a los despreciables cristianos. Alá, mata a todos y cada uno de ellos…»

Esta oración, lejos de ser una manifestación de fanáticos islamistas, tiene su fundamento en las bases doctrinales del islam: el Corán y los Hadiz.

«Durante un servicio diario de oración en septiembre de 2016 en la mezquita más grande del mundo, Masjid al-Haram, en La Meca, que contiene la Kaaba, el lugar más sagrado del Islam, el imán saudita que dirigía el rezo instó matar a judíos, cristianos y musulmanes chiítas. Y pidió a Alá que “los musulmanes venciesen a los judíos traidores, los cristianos rencorosos y los hipócritas desconfiados”. La oración fue transmitida en directo por el canal de televisión egipcio Al-Qahera Wal Nas. El predicador palestino Ali Abu Ahmad en  un acto celebrado en la mezquita de Al-Aqsa pidió aniquilar a los judíos y a los gobernantes de los malvados mini estados árabes el 23 de octubre de 2015  e instaurar el Califato. Un video en la televisión oficial de Hamás pide a Alá que mate a judíos, cristianos, comunistas y sus partidarios. El video pide a Alá que “los cuente y los mate hasta el último, y no deje ni siquiera uno”» [1]

Lejos de ser una manifestación extraordinaria, este tipo de oración es una práctica actual, que data de hace trece siglos, desde el origen de la fe musulmana.

PadrenuestroAhora comparemos este tipo de oraciones con el «Padrenuestro», un bosquejo de oración que Jesús enseñó a los suyos, cuyo texto ha sido traducido a todos los idiomas, y que en uno de sus apartados dice:

«Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores».

El islam insta en sus oraciones a matar a quienes no comulgan con su fe, sometiéndose a los dictados del Corán por la fuerza; mientras que el verdadero cristianismo enseña desde su origen a perdonar, incluso a nuestros enemigos.

Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen… [2].

CONTINUARÁ…

NOTAS:

[1] – ¡Oh Alá, destruye a los judíos y a los cristianos! Rezo salafista. Por: Eduard Yitzhak

[2] – Evangelio de Mateo 5:44

Mahoma – el carácter del islam (2)

MahomaLa doble personalidad de Mahoma

 La biografía de Mahoma le presenta con dos personalidades radicalmente opuestas. Inició su predicación hacia el año 610 d.C. en la ciudad de la Meca. Durante más de una década su mensaje fue el monoteísmo, el juicio venidero, presentado de forma pacífica, él mismo era monógamo, oraba en dirección a Jerusalén, guardaba el shabat judío y el ayuno de Yom Kipur, día de la expiación judía. En ese tiempo consiguió poco seguidores, y sufrió la oposición de sus vecinos.

         El año 622 d.C., año de la Hégira, que significa «huída», la huída de Mahoma a la ciudad de Yatrib, que mas tarde se llamaría Medina (ciudad del profeta), y que da inicio al calendario musulmán, el mensajero del islam experimenta una mutación espectacular. En poco tiempo, la ciudad de Medina acepta su predicación monoteísta, consigue unificar las tribus o clanes árabes de la zona, y abandona el pacifismo para imponer su mensaje mediante la violencia, transformándose en un caudillo militar y líder religioso que no admite oposición alguna, acepta la poligamia, el asalto a las caravanas, la toma de rehenes, la violación de las mujeres y la venta de los prisioneros como esclavos, decide que la oración debe hacerse en dirección a la Meca, cambia al viernes el día de los musulmanes, y anuncia el ayuno en el mes del Ramadán.

         Sin estos cambios drásticos en la personalidad y mensaje de Mahoma no se pueden comprender las contradicciones que aparecen en el Corán. Existe en la historia del islam un Corán de la Meca y un Corán de Medina. Hay un Mahoma de la Meca y un Mahoma de Medina. El primero, aunque anunció amenazas en su predicación, nunca las llevó a cabo de forma literal, esperó la acción de Alá. El Mahoma de la Meca es pacífico, monógamo, predicador del inminente juicio de Alá sobre los idólatras, oraba en dirección a Jerusalén, guardaba el shabat y ayunaba el mes del Yom Kipur judío.

Sin embargo, el Mahoma de Medina es polígamo, acepta la violencia como medio para extender el mensaje islámico, ora en dirección a la Meca, cambia el día de reposo al viernes, y ayuna en el mes de Ramadán. No admite oposición a su mensaje ni a su persona; elimina a los disidentes; se ha convertido en un caudillo político y líder religioso. Por su parte las suras del Corán también han sufrido cambios notorios. Veamos un ejemplo:

        El Corán Corán 88:21 Avísales, porque tu función [Mahoma] es simplemente la de avisar. No tienes autoridad sobre ellos, pero Alá castigará de forma terrible al que te ignore y no crea.

             Corán 8:12 Entonces el Señor habló a sus ángeles y dijo: estaré con vosotros. Dad fuerza a los creyentes. Llenaré de terror el corazón de los kafir [infieles], cortadles la cabeza y las yemas de los dedos. Esto porque se oponen a Alá y su mensajero serán castigados severamente por Alá.

         La primera cita (que pertenece a las suras del Corán de la Meca) habla de avisar a los oyentes, dejando la decisión de aceptar o rechazar su mensaje en los receptores del mismo, aunque se advierte del castigo por no creer. Sin embargo, en la segunda cita del mismo libro (que pertenece a las suras del Corán de Medina) se ordena a los musulmanes cortad las cabezas de los infieles que se oponen a Alá y su mensajero.

         Debemos tener en cuenta que el Corán no está ordenado por orden cronológico, sino que se han colocado las suras más extensas en primer lugar, y los capítulos más pequeños al final del libro. Eso hace bastante complicado saber que suras son de la Meca y cuáles de Medina.

          Ahora bien, Mahoma dejó claro que siempre que hubiera una contradicción en el Corán, el verso más antiguo sería abrogado (quedaría reemplazo) por el más reciente. Y dado que el Corán no se confeccionó siguiendo un orden cronológico, resulta imposible comprender el texto sin saber cuáles de los versos se han abrogado. La mayoría de musulmanes pacíficos hacen énfasis en las citas no violentas del Corán de la Meca, pero no son capaces de decir si estos versos han sido reemplazados por otros posteriores.

         De acuerdo a la lógica occidental, cuando dos cosas se contradicen entre sí, una de ellas debe estar equivocada, pero en la lógica islámica no se opina así, sino que dice que dos cosas pueden contradecirse y al mismo tiempo ser las dos correctas.

         El Corán y los Hadiz enseñan a los musulmanes a seguir el ejemplo de Mahoma, ¿pero cuál de los dos ejemplos, el Mahoma de la Meca, o el Mahoma de Medina? En la Meca no usó nunca la violencia contra los kafir, incluso se mostraba tolerante con otras religiones; sin embargo, el Mahoma de Medina recurría a la violencia para conseguir sus objetivos, no mostrando tolerancia hacia los kafir y otros credos. Como el Corán de Medina es posterior abroga los versos del Corán de la Meca, aunque este último sigue siendo válido, porque según piensan los musulmanes, el Corán (y Mahoma) es perfecto.

         El ejemplo de Mahoma, recogido en los Hadiz, enseña que cuando no te encuentres en situación de poder, es mejor callarse y no llamar la atención. Hay que aprovechar ese tiempo para aumentar tu fuerza y el número de seguidores, hasta obtener el poder necesario para iniciar la yihad. Por tanto, los pactos se pueden romper cuando se pasa de una posición de debilidad a otra de dominio. La doctrina musulmana permite mentir y fingir si con ello se adelanta la causa del islam. Esta es en gran parte la estrategia del islam en Europa. Crecer mediante el aumento de la población (demografía) hasta obtener una posición dominante que les permita presionar en la implantación de la ley sharía.

BUENAS NUEVASEl evangelio no acepta la doblez de corazón.

La enseñanza de Jesús es clara: Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede [1]. El apóstol Santiago enseña lo mismo: El hombre de doble ánimo [significa doble alma, dos lenguas] es inconstante en todos sus caminos [2]. Y añade: Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones [3]. Y concluye al final de su carta: vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación [4].

         El apóstol Pablo, hablando a Timoteo sobre los requisitos para los diáconos, le dice que deben ser sin doblez [5];  sin dos almas, o dos ánimos. La Escritura siempre habla de un ánimo, una palabra de verdad. Revela a Dios sin cambio ni sombra de variación. Es el mismo ayer, hoy y siempre. Es eterno. Su palabra es inmutable y permanece para siempre.

         La doble alma, doble lenguaje, o dos lenguas, es una alteración de la personalidad que no puede formar parte de un ministro de la palabra de Dios.  Cuando existen dos comportamientos radicalmente opuestos entre sí, estamos ante un caso de esquizofrenia, un comportamiento muy alejado de la vida en el Espíritu de verdad.

         El islam acepta las contradicciones del Corán y de Mahoma. La Biblia desaprueba con rotundidad la doblez o falsedad en la predicación del evangelio.

Notas:

[1] – Mateo 5:37

[2] – Santiago 1:8

[3] – Santiago 4:8

[4] – Santiago 5:12

[5] – 1 Timoteo 3:8

Mahoma – el carácter del islam (1)


MahomaTodos los líderes religiosos, políticos o de cualquier otro tipo, incluidos los padres sobre los hijos, imprimen su sello personal sobre quienes les siguen o están bajo su influencia.

Por ello los líderes son puertas de entrada a una forma de vida que acaba introduciendo una manera de vivir con sus acciones correspondientes. Se dice que «de tal palo, tal astilla», de tal padre, tal hijo, y añadimos, de un determinado liderazgo sobre nuestras vidas obtenemos gran parte de nuestra formación y actuaciones ulteriores. Aprendemos por imitación. Este principio sirve tanto para los aspectos positivos como negativos de las influencias sobre nuestro carácter.

Las personas somos un espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo. Esta realidad tripartita del ser humano está plenamente interrelacionada. Por ello, cuando estamos bajo la influencia de un líder, no solo imitamos sus formas externas, y adoptamos sus enseñanzas, sino que también somos influidos por su espíritu, la naturaleza intrínseca de su ser, su personalidad. Es decir, hay una transmisión de influencias espirituales que entrarán a formar parte de todos aquellos que están bajo el dominio de una personalidad dominante.

Imposición de manosEste principio se enseña claramente en las Escrituras mediante la imposición de manos. Isaac bendijo a Jacob; Jacob lo hizo con sus hijos y la bendición de Dios se repartió sobre ellos en diferentes medidas. Moisés impuso sus manos sobre Josué para impartirle la autoridad delegada para la misión que se le encomendó (Dt.34:9). Dios tomó de su espíritu y lo puso también sobre setenta ancianos de Israel en el desierto (Nm.11: 16,17). Pablo transmitió a Timoteo el don del Espíritu (2 Tim.1:6), y liberó su acción en él mediante la profecía, que tomó lugar también a través de las manos del presbiterio (1 Tim.4:14).

El diablo, como gran imitador y falsificador de la verdad y los principios del reino de Dios (2 Co.11:13-15), imita estos métodos para transmitir su influencia sobre el ser humano. Por ello, nos encontramos con que hay espíritus engañadores y doctrinas de demonios (1Tim.4:1) que buscan un canal de influencia en el mundo a través de cuerpos físicos y cabezas pensantes, que dan entrada a sus doctrinas, ideologías, pensamientos cautivos y altivos; y por supuesto, introducen doctrinas de demonios y teologías erradas que combinan una parte de verdad y mucha mentira, dando forma a nuevas religiones en el mundo. Uno de los ejemplos más claros que tenemos en la Escritura es el denominado pecado de Jeroboam. También el islam presenta este tipo de mezclas. Cuando estudiamos su origen y desarrollo podemos ver el cambio de ley y tiempos que ha llevado a cabo, introduciendo una supuesta «última revelación», la que recibió Mahoma, que contradice abiertamente la fe revelada en la Escritura a Abraham e Israel, así como adultera el evangelio de Jesús.

La vida en el EspírituLos cristianos, para serlo, tienen que tener el Espíritu de Cristo. Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu (1 Co.12:3). Cuando recibimos la verdad del evangelio somos sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Ef.1:13,14), sellados como propiedad de Dios para servirle y dar expresión a su vida, creada en Cristo, en la justicia y santidad de la verdad (Ef.4:24). Por ello está escrito que debemos ser imitadores de Dios como hijos amados (Ef.5:1). El árbol se conoce por el fruto que da. Podemos llamarnos cristianos pero vivir sin el Espíritu de Cristo, por tanto, no lo somos, aunque llevemos el nombre.

Islam - infiernoDe la misma manera, los musulmanes tienen el carácter de Mahoma. Han sido puestos bajo su influencia, en muchos casos, desde la niñez. Han crecido adoptando formas de vida que ya estaban establecidas en su cultura y que han asimilado de forma natural como parte de su propia personalidad, aunque no saben que una buena parte de ella les ha sido impartida al margen de su decisión personal. Esto también ocurre con otras religiones institucionales. Por eso el evangelio habla de nacer de nuevo, adquirir una nueva naturaleza mediante la regeneración espiritual que engendra en nosotros una nueva vida, la vida de Dios por su Espíritu, mediante el arrepentimiento y la fe en Jesús.

El apóstol Pablo enseña, que cuando nos convertimos a Dios, abandonando los ídolos, somos trasladados de la potestad (dominio) de las tinieblas al reino de su Hijo amado (Col.1:13). Somos nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron y todas fueron hechas nuevas (2 Co.5:17). Y el apóstol Pedro dice con rotundidad, que la sangre de Jesús nos redime de la vana manera de vivir heredada de nuestros padres (1 Pedro 1:18,19). En este sentido, y en muchos otros, el evangelio de Jesús es único, exclusivo; porque es el único mensaje que transforma la naturaleza del hombre con todas sus influencias para hacerlo ciudadano de otro reino, el reino de Dios. Jesús es incomparable. Su mensaje no tiene comparación posible con el islam, ni con el budismo o hinduismo, ni tampoco con el cristianismo nominal que adopta una serie de tradiciones o rituales como base de su mensaje. El cristianismo es vida, y esta vida está en el Hijo, el que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida (1 Jn. 5:11,12).

Bien, todo ello para decir que las personas que han nacido bajo el dominio del islam están influidas (aquí siempre debemos comprender que los grados de influencia no son lo mismo en unos que otros, dependiendo de los factores personales y culturales que lo hacen más o menos trascendente) por el carácter, los escritos y la herencia de su profeta. Su personalidad se ha multiplicado en ellos, que viene a ser una proyección de sus hechos y creencias. Porque Mahoma dio entrada a un dominio espiritual, le abrió la puerta en su vida en un momento dado, y a través de él se introdujo en una sociedad, la árabe, que lo abrazó, asimiló y transmitió a la siguiente generación; así hasta hoy después de catorce siglos.

esquizofreniaPor todo ello es tan importante que comprendamos y conozcamos cuál fue el carácter de Mahoma. Qué hizo, qué creyó, cómo actuó; gran parte de su conducta la tenemos compilada en los Hadiz, que son los dichos y hechos de Mahoma aceptados (después de un proceso complejo e incierto que no podemos abordar ahora) como dogma de fe y conducta por los herederos del islam, sus sabios y predicadores hasta el día de hoy.

Como anticipo diremos que el profeta del islam mostró en los primeros días de sus revelaciones, cuando tenía cuarenta años, signos de un trastorno espiritual que podemos identificar con la esquizofrenia. Cuando recibía ciertas revelaciones entraba en trance, era sacudido en el suelo, echaba espuma por la boca y quedaba aterrado hasta que la «crisis» o «éxtasis» pasaba. Tal fue así que él mismo dudó si era un ángel de Dios el que le hablaba o un demonio. Su primera mujer, Jadiya, fue quien le apoyó y convenció para que aceptara sus experiencias como origen divino.

El islam al descubierto – Introducción

Mezquita de Medina - Tumba de MahomaEl islam constituye uno de los desafíos más cruciales de nuestra generación. Hace un tiempo atrás el islam era lejano para los habitantes de Occidente, parecía algo lejano, exótico e inofensivo; sin embargo en las últimas décadas hemos asistido a un resurgir y rebrotar de la versión más violenta de la enseñanza de Mahoma, y su naturaleza ha vuelto a demostrar que procede de lugares abismales difíciles de comprender para el humanismo presente.

         Hemos asistido en el último tercio del siglo XX a un resurgir militante del islam más radical, que no es otra cosa que la vuelta a sus auténticas raíces. El gravísimo problema que acusamos en estos momentos, bajo mi punto de vista, es que nuestros gobernantes están ignorando (por temor, comodidad, ceguera, intereses espurios, o toda ello a la vez) la realidad que se impone día tras día en nuestras ciudades y naciones europeas: la invasión que responde a una estrategia diseñada, no en un cuartel general identificado, sino en una ideología ampliamente extendida hace trece siglos desde los desiertos de Arabia, que tiene unas ramificaciones incontrolables y que han permeado nuestras sociedades solapadamente, ante la pasividad de nuestros gobernantes y la apatía general.

         La estrategia tiene al menos dos frentes bien demarcados. Por un lado la invasión o conquista mediante la demografía, los vientres de las mujeres musulmanas que con una media de hijos muy superior a la de las familias occidentales, en clara decadencia (en este caso también las autoridades están permitiendo, mediante leyes que responden a la ideología de género y que van contra la familia natural) están llenando las naciones europeas cambiando el decorado y la cultura judeocristiana por la ley islámica (sharía), implantada con la aquiescencia de una falsa tolerancia que pretende ignorar la verdadera naturaleza del conflicto. Por el otro, el terror, impuesto mediante acciones altamente perturbadoras para una sociedad decadente, con una pérdida de identidad gravísima, y un hedonismo perverso que ha orientado esta generación a la cultura del placer y la ley del mínimo esfuerzo.

         Islam - sumisiónEl islam está demostrando ser una ideología totalitaria que pretende la conquista del mundo (es literal, no ficción, en su ideario) para imponer la sumisión y una nueva ley, la sharía, o ley islámica, que es totalmente contraria a los valores judeocristianos (aunque en ocasiones ofrezca una cara de tolerancia con estas religiones que no es más que una máscara que esconde los verdaderos planteamientos que emanan del mismo Corán y los Hadiz) y el humanismo secularizado al que odian y pretenden destruir sin piedad alguna.

         Para comprender y penetrar hasta el corazón mismo de esta densa oscuridad espiritual que ha cauterizado pueblos y naciones, muchos de ellos históricamente de trasfondo cristiano, debemos conocer la figura de su profeta, Mahoma, y el desarrollo original de esta doctrina que no es una religión clásica, sino todo un sistema de creencias que pretenden dominar la vida entera de la persona y las sociedades bajo una nueva ley impuesta por la espada hasta alcanzar la sumisión plena. Por ello, comenzaremos nuestro recorrido deteniéndonos en los aspectos biográficos más representativos de la figura del hijo de Abdullah (este era el nombre del profeta que dio origen al islam), que significa hijo de Alá.

         Debemos abordar esta cuestión con valentía, de frente, porque ya estamos rodeados de una realidad que no podemos negar por más tiempo. Hemos sido anegados por una riada que ha ido creciendo ante nuestras narices pero que solamente nos hemos dado cuenta de ella cuando las aguas han comenzado a romper los muros que durante un tiempo actuaron de contención, y que hoy ni siquiera quienes tienen la obligación de defender sus fronteras nacionales son capaces de hacerlo con la ansiada determinación.

Tierra, libros y mandato palestino

El CoránEl Corán dice que la tierra de Israel pertenece a los judíos

         Nunca lo reconocerán, pero los musulmanes que conocen el contenido del Corán saben lo que dice en la Sura 5:20,21 acerca de la tierra de Israel. Leamos:

         Y cuando Moisés dijo a su pueblo: «¡Pueblo mío! Recordad la gracia que Dios os dispensó cuando suscitó de entre vosotros a profetas e hizo de vosotros reyes, dándoos lo que no se había dado a ninguno en el mundo. ¡Pueblo mío! ¡Entrad en la Tierra Santa que Dios os destinó y no volváis sobre vuestros pasos; si no, regresaréis habiendo perdido» (Sura 5:20,21).

         En estos versos, además de reconocer que Israel es el pueblo de Dios, se declara que la tierra de Israel fue dada por el Señor a su pueblo escogido, que no es otro que Israel, a quien el mundo musulmán radical pretende exterminar de la tierra.

Libros de textoSobre los libros de texto palestinos

         Los libros de los escolares palestinos, pagados con el dinero de los contribuyentes de la Unión Europea, están infestados de odio, incitación a la violencia y del más absurdo negacionismo de la existencia de Israel y el pueblo judío. Nunca aparece el Estado de Israel en los mapas de los países árabes.

Mahmut AbásEl mandato superado del presidente Mahmud Abás

         No deja de ser paradójico que todo aquello que no pasamos a nuestros gobiernos europeos estemos dispuestos a perdonárselo a los palestinos. Debemos recordar que el presidente de la Autoridad palestina fue elegido para un mandato de cuatro años, y en estos momentos lleva en el cargo más de doce años, negándose a convocar elecciones, sabiendo que en el mismo momento que se celebren perderá su puesto a manos de los dirigentes de Hamás. Todas las encuestas dicen que este grupo conseguiría la mayoría.

         Este hecho supondría que el llamado proceso de paz sería aún más inviable, dado que los dirigentes del grupo terrorista, cuya ideología fundamentalista procede de los Hermanos Musulmanes, y en su constitución aparece la destrucción del Estado israelí como asunto prioritario e irrenunciable, haría imposible que ambas partes (judíos y palestinos) pudieran siquiera sentarse a negociar ningún acuerdo.

El Islam al descubierto – algunos datos

islamEl Islam ha rebrotado. Está de moda. Una moda trágica que pone de manifiesto su verdadera cara y naturaleza original. Nada nuevo debajo del sol. La herida mortal ha sido sanada, y una nueva cabeza de la serpiente, (el dragón, la serpiente antigua), ha rebrotado (Apc.13:1-8).

El Islam impulsó la conquista de Oriente Medio poco después de la muerte del profeta Mahoma. Invadió todo el norte de África cristiano en el siglo VII. Llegó a Hispania en el 711 d.C. e intento penetrar al corazón de Europa. Conquistó Jerusalén y puso la mezquita en el monte del templo de Salomón; allí sigue como señal de la gran abominación… Siempre resalta en todas las fotografías actuales de la ciudad de David.

Cuando el islam entró en decadencia los turcos le dieron un nuevo impulso y establecieron el sultanato otomano que ha durado desde 1517 a 1917; cuatrocientos años de dominio en la región de Oriente Medio y la antigua Constantinopla, capital del Imperio Bizantino (antiguo imperio romano de oriente), conquistada en 1453 por Mehmet III. La primera Guerra Mundial desintegró el sultanato otomano y surgieron nuevas y antiguas naciones: Irán, Irak, Jordania… Hoy estamos asistiendo al rebrotar de la bestia que estaba herida de muerte y que ha resurgido en forma de Estado Islámico, que ha conquistado una parte de Irak y otra de Siria, avanzando en la zona y sembrando el terror, imponiendo la ley sharia y destruyendo la arquitectura de antiguas civilizaciones.

El hijo de uno de los fundadores de Hamás ha dicho que el mundo tiene una guerra, no contra los musulmanes, sino contra un sistema de creencias islámicas. La lucha es contra el islam como sistema de creencias. Ese sistema de creencias es totalitario. Es decir, está diseñado para dominar el mundo al estilo del primero régimen totalitario de la historia: Nimrod en Babel.

Una escritora somalí ha hecho una diferencia entre tres tipos de grupos islámicos: el islam de la Meca, el islam de Medina y el islam reformado. El primero es pacífico, con un Mahoma monógamo, no violento, que anuncia el futuro juicio de Dios sobre la idolatría, hace sus rezos mirando hacia Jerusalén y guarda el shabat como día de reposo.

El segundo es bien distinto, es un Mahoma transformado en caudillo en la ciudad de Medina. Polígamo, acepta la violencia para imponer el islam, asalta caravanas, esclaviza a los prisioneros, vende a las mujeres como esclavas sexuales, y degüella a todo aquel que no acepta el sistema de creencias islámicas. Ante la contradicción de los textos primeros y postreros del Corán, se proclama una máxima: Cuando existen contradicción entre las primeras suras del Corán y las postreras, éstas abrogan las primeras y consolidan la posición que hay que aceptar como buena.

Por su parte la tercera vía, la de un islam reformista opta por adaptar el sistema de creencias emanadas de la cultura tribal del siglo VII por una adaptación a la modernidad del siglo XXI: no a la violencia, no a la muerte de los homosexuales, liberación de la mujer; en definitiva adaptar el islam a la mentalidad de siglo XXI. Parece utópico si nos adentramos en las entrañas de este sistema ideológico totalitario al que queremos acercarnos desde esta plataforma para echar luz sobre su verdadera naturaleza y como debemos combatirlo.