Los profetas de Israel (XCV) – Hageo (2)
Porque así dice YHVH de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho YHVH de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice YHVH de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho YHVH de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice YHVH (Hageo 2:6-9)
Alguien dijo en cierta ocasión que Israel es el piso piloto de los acontecimientos mundiales. Es una especie de laboratorio donde se lleva a cabo la prueba cuyas consecuencias alcanzan mas tarde a todas las naciones. Si nos adentramos en el periodo de la historia en la que vivió el profeta Hageo, podemos ver, por un lado, un tiempo de reconstrucción nacional en la tierra de sus padres, y por el otro, un mensaje de alcance universal.
La restauración de Israel tiene un alcance universal, a todas las naciones; por ello es el foco de las tensiones mundiales. Así la oposición a la revelación de Dios se centra en gran medida en aquel lugar y en este pueblo. Judá y Jerusalén debían ser restauradas para recibir en su suelo la llegada del Mesías que habría de venir a redimir: Yeshúa ben Yosef, el siervo sufriente.
Hoy vivimos en el tiempo de la restauración de Israel en su tierra y a su Dios para que venga el Deseado de todas las naciones: Yeshúa ben David, el rey que ha de ser entronizado en Jerusalén.
En el tiempo de la restauración de Israel siempre hay periodos de conflicto, opresión, adversidad e intentos de paralizarla y aniquilarla. Son días de oración y clamor. De movimientos mundiales contra su levantamiento, porque en su restauración hay vida de entre los muertos (Ro.11:15).
Antes del regreso del Mesías, convulsión. Antes de su establecimiento en el trono de David, oposición mundial de todos aquellos que encarnan la naturaleza de Babilonia. El Señor hará temblar las naciones. Y los cielos, y la tierra y el mar y la tierra seca. Luego vendrá el Deseado de todas las naciones.
Piensa. Deseado por todas las naciones. Sí. El evangelio ha extendido la simiente de Dios en todos los pueblos. Han sido injertados en las promesas y los pactos mediante el Mesías, y a todas las naciones ha llegado el evangelio que ha redimido gente de toda lengua, pueblo y nación. Estos le anhelan. ¡Ven Señor Jesús! Le esperan. Y con él su gloria en la casa de Jerusalén y los recursos para su construcción (la plata y el oro). Una gloria mayor llenará la casa de YHVH, y habrá paz, paz mundial desde Jerusalén. ¿Podemos comprenderlo?
La iglesia del Señor debe comprender la necesidad de restauración de Israel en su tierra y a su Dios porque a ella regresa el Deseado de las naciones.