TIEMPOS FINALES (26) – Dolores de parto (1)

Dolores de partoDolores de parto (1)

Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca (Lucas 21:28)

Enlazando con la esperanza de su venida tenemos la pregunta recurrente sobre cuándo será ese momento y que señales habrá de su venida. En los próximos capítulos iremos viendo algunas de las señales más evidentes del advenimiento del día del Señor, es decir, el momento cuando será establecido el reino mesiánico en la tierra. Porque su venida tiene que ver con el reino prometido a David. Dijimos que esa es la esperanza de Israel, lo sigue siendo hoy. Era lo que esperaban muchos en Israel en los días cuando apareció el Mesías.

Las cosas no acontecieron como algunos esperaban y la separación entre la comunidad judía que creyó en Yeshúa como el Hijo de Dios, aquel del que hablaban los profetas; (como le dijo Felipe a Natanael: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Jn.1:45); y la congregación de gentiles, se fue distanciando más y más hasta quedar completamente separadas durante los últimos dieciocho siglos. Fue un proceso gradual e irreversible que condujo a la primacía de la iglesia sobre la sinagoga, el abandono de muchas de las raíces hebreas de la fe del evangelio, dado que el nuevo liderazgo de la iglesia fue mayoritariamente de procedencia gentil, en detrimento del liderazgo primigenio de los apóstoles judíos.

Vino la persecución, que primeramente había sido de los judíos sobre los cristianos; se volvió al revés cuando la nueva religión se institucionalizó en el Imperio Romano, dando lugar a la teología del reemplazo y una historia luctuosa que no podemos abordar aquí.

Pero ahora, habiendo sido llevados cautivos los judíos a todas las naciones, y hollada Jerusalén por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles se cumpla (Lc.21:24), se inicia un retorno a la esperanza del reino mesiánico, precedido por los dolores de parto antes del alumbramiento. En este tiempo de dolores de parto se suceden distintos acontecimientos, algunos de los cuales anunció Jesús en su discurso a los discípulos antes de ser entregado a la cruz. Leamos. Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra. Y añade: Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca (Lc.21:25-28).

         Los dolores de parto permanecerán durante un tiempo indeterminado anunciando el preludio de la redención de Israel. 

TIEMPOS FINALES (25) – Réprobos en la fe

RéprobosRéprobos en cuanto a la fe

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque habrá hombres… réprobos en cuanto a la fe (reprobados en lo que respecta a la fe) (2 Timoteo 3:1, 2, 8).

Estos hombres son los que han resistido la verdad, de mente depravada, y que tienen la piedad como fuente de ganancia. Son los que no han superado la prueba de la fe, han suspendido y viven bajo condenación. No suena muy popular pero es el sentido de la enseñanza del apóstol. Reprobado significa haber suspendido en la prueba de la fe. Sin fe es imposible agradar a Dios, y todo lo que no proviene de fe es pecado. El justo vive por fe y si retrocede no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma (Hebreos 10:38-39). Pablo lo enseña a los creyentes de Corinto. Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba? (2 Co.13:5).

Vivimos días peligrosos porque los hombres pueden aparentar tener fe pero no conformarse a la doctrina de la piedad, sino a sus propias deseos. Podemos tener el lenguaje de la fe, conocer textos bíblicos, mantener actividades religiosas pero vivir reprobados en cuanto a la fe. Es usar la gracia como pretexto para la disipación y vanidad. Es la gracia barata que no se sostiene sobre la verdad sino sobre nuestros propios caprichos carnales. Es confesar una cosa y vivir otra. Los profetas de Israel fueron rotundos al denunciar estas prácticas de falsa religión. Jesús fue durísimo con la apariencia de piedad de muchos fariseos. Vivimos días de apostasía por un lado, y de una fe acomodada a pensamientos humanistas que se alejan de la verdad revelada en el evangelio por otra. Parece haber muchos creyentes en ciertos lugares pero sin la transformación que se les supone a los hijos de Dios. Es fácil imitar la fe. El trigo y la cizaña se parecen mucho, pero el fruto es muy distinto. Haremos bien en seguir el consejo apostólico y examinarnos para ver si estamos en la fe del Hijo de Dios, crucificados con él, muertos con él, resucitados con él. El que piense que está firme mire que no caiga. Tomemos en serio el fundamento de los apóstoles.

La respuesta volvemos a encontrarla en el evangelio donde la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: el justo por su fe vivirá. La fe sin obras está muerta. Y la fe obra por el amor. El justo ama la justicia y vive en luz. Si decimos pero no hacemos nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si permanecemos en la fe del Hijo de Dios sabemos que tenemos vida eterna.

TIEMPOS FINALES (24) – Corruptos de entendimiento

Mentes corrompidasCorruptos de entendimiento

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque habrá hombres… corruptos de entendimiento (mente depravada) (2 Timoteo 3:1, 2, 8).

La batalla está en la mente. Dice el proverbio: Cuál es su pensamiento en su corazón, tal es. O como se traduce en la Biblia de las Américas: pues como piensa dentro de sí, así es (Pr.23:7). ¿Y cómo se forma la mente en su modo de pensar? Mediante la verdad. ¿Y cuál es la verdad? Jesús, el Hijo de Dios. ¡No me gusta! ¡No lo acepto! ¡Es absoluto! ¡Es restrictivo! ¡No da opción a otras religiones! ¡Impide la concordia y la paz universal! ¡Nadie puede estar totalmente seguro, es muy soberbio afirmarlo! La mente humana y todos sus argumentos altivos que se levantan contra el conocimiento de Dios (2 Co.10:4). La fe viene por el oír con un corazón arrepentido y necesitado. La incredulidad y la apostasía también vienen por el oír doctrinas de demonios. Ahora, pensemos. Los pensamientos humanos pueden estar producidos por doctrinas de demonios, por el contrario, la verdad revelada está sujeta a un corazón contrito y humillado a quién el Espíritu de Dios revela lo profundo de Dios.

La sabiduría del mundo pierde a Dios, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Dios esconde la verdad en aquellos de entendimiento corrupto, mente depravada. Sin embargo, la revela a los niños, los menospreciados, los que nada son, para que nadie se jacte en su presencia. Complejo. Humillante para el hombre sabio en su propia opinión. Pablo dice: Y si todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado, en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios (2 Co.4:3,4 LBLA). Una mente corrompida inventa toda clase de males. Inventores de males (Ro.1:30). ¡Ay de los que planean la iniquidad, los que traman el mal en sus camas! Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder de sus manos. Codician campos y se apoderan de ellos, casas, y las toman. Roban al dueño y a su casa, al hombre y a su heredad (Miqueas 2:1,2).

La respuesta de Jesús en el evangelio dice: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo (Jn.7:16,17). Por tanto, la revelación de la verdad está ligada al estado del corazón del hombre, por una parte; y por otra, al sometimiento de nuestra voluntad a la de Dios. Escogemos. Y al hacerlo, se pone de manifiesto de que espíritu somos: amantes de la verdad o corruptos de entendimiento. Escoge a Jesús y andarás en la luz de la verdad.

TIEMPOS FINALES (23) – Resisten la verdad

Control del alma humanaResisten a la verdad

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque habrá hombres… que resisten (se oponen a) la verdad… (2 Timoteo 3:1, 2, 8).

Si hay un tiempo cuando se combate la verdad revelada y absoluta con verdadera saña, incluso desde las leyes humanas, es hoy. Resistir la verdad es oponernos a Dios. Revolvernos contra la revelación del Hijo de Dios, que manifestó como nadie lo ha hecho ni podrá hacerlo, ser la verdad manifestada en carne; es unirnos a Janes y Jambres, aquellos magos egipcios que según la tradición judía se opusieron a Moisés. El apóstol lo argumenta aquí de forma impecable: Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera estos también se oponen a la verdad… pero no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de aquellos dos. Se refiere a «predicadores» que se meten en las casas y enseñan cosas que nunca alcanzan el nivel de la verdad porque se están oponiendo a ella. Curioso.

Pasan por maestros de la verdad y a la misma vez la resisten ¿Cómo es esto? Tienen apariencia de verdad, lenguaje de verdad, versículos de la Biblia, pero con sus hechos la niegan. Venden una apariencia de verdad, levantan sistemas religiosos, pero niegan su eficacia porque en su corazón la resisten, no están sujetos a la verdad, sino a «su» verdad. Como se dice hoy: «la verdad ha muerto, viva mi verdad». Podemos oponernos a la verdad de diversas formas. Una confrontándola abiertamente, negándola. Pero en otros casos se hace desde una posición sutil, debilitándola mediante argumentos que la deforman y adaptan al nivel humano. Es una verdad agradable al oído según la comezón de oír, es decir, lo que queremos escuchar. Amar a todos, comprender a todos, contentar a todos. Sin embargo, está escrito: el amor se goza de la verdad (1 Co.13:6). Hablar de verdades absolutas se ha convertido en una posición peligrosa por ser acusado de intolerante, alejado del laicismo dominante. Un sincretismo perverso que mezcla todo para diluir la verdad en un océano de ambigüedades, todas respetables, pero falsas.

La respuesta del evangelio nos enseña que la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Jesús es la verdad. El Hijo de Dios la ha dado a conocer. La trajo del cielo en las palabras recibidas del Padre. La transmitió a sus apóstoles, la vivifica el Espíritu Santo y ha quedado recogida en las Sagradas Escrituras. No conformarse a la doctrina de la piedad y la verdad es estar envanecidos. Jesús murió por la verdad. Esteban fue apedreado por defenderla. Y todos los que quieren vivir piadosamente padecerán la persecución de los hombres que detienen con injusticia la verdad.

TIEMPOS FINALES (22) – Siempre aprendiendo sin la verdad

Falsa feSiempre aprendiendo sin conocer la verdad

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque (mujeres débiles NVI)… siempre están aprendiendo, y nunca llegan al conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 3:1, 2, 6,7).

En los textos que nos ocupan ahora hay un giro que debemos entender. El apóstol sigue hablando de estos hombres sin escrúpulos que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Y luego dice de estas mujeres, que es el texto que nos ocupa: Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Por supuesto que se puede aplicar también a los hombres, pero es curioso que Pablo exponga detalladamente algunas de las prácticas de estos hombres con apariencia de piedad. Ponen su mirada en personas fáciles de manipular. Entran en las casas con intereses espurios. Inducen a mujeres pecadoras, esclavas de diversas concupiscencias, con un entendimiento muy limitado, y les enseñan palabrerías difíciles de comprender pero que tienen apariencia de elocuencia y profundidad.

Siempre es más fácil manipular a los ignorantes que a los que piensan y están formados. Hacen un sinfín de cursillos, están atadas a actividades eclesiásticas de todo tipo pero la verdad no forma parte de ellas. Podemos estar aprendiendo muchas cosas superfluas y vivir alejados de la verdad. Podemos vivir engañados creyendo que sabemos algo cuando en realidad no sabemos nada como debemos saberlo. Es una enseñanza que no transforma nuestra vida. Hay muchos evangelios falsos que mantienen ocupadas a millones de personas y sin embargo viven tan alejados de la verdad. Hay tantos creyentes corriendo de conferencia en conferencia, de maestro en maestro, y nunca son transformados. La verdad parece eludirles.

La respuesta está en el verdadero evangelio. Jesús dijo a los que habían creído en él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn.8:31-32). La verdad es Jesús. Si tenemos a Jesús tenemos la verdad en nuestros corazones. Toda nuestra vida, unida a él, será un descubrimiento de la plenitud que hay en Jesús. La voluntad de Dios es que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Tim. 2:4). El Mesías ha venido lleno de gracia y de verdad (Jn.1:14) para que tomemos de su plenitud; porque la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo (Jn.1:16-17). No se trata de infinidad de estudios, ni de gnosis (conocimiento) oculta, sino de la revelación de Jesucristo en su palabra y por Su Espíritu.

TIEMPOS FINALES (21) – A estos evita

El carácter - a estos evitaA estos evita

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán… a estos evita…  (2 Timoteo 3:1, 2,5).

Hay personas a las que debemos evitar. Esta no es una cuestión de cobardía o desprecio, es protección. El salmista nos dice: Bienaventurado el varón que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores  (Sal. 1:1 LBLA). El apóstol Pablo da por hecho que su discípulo se va a encontrar ya en su tiempo con hombres de un determinado carácter a los cuáles debe evitar. ¿Qué hombres son estos? Los amadores de sí mismos, los avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; los que tienen apariencia de piedad; y concluye: ¡Aléjate de esa clase de individuos! El hombre que causa divisiones una y otra vez hay que desecharlo (Tito 3:10); son palabras del apóstol.

Nosotros a veces pretendemos mantener un «buenísmo» que nada tiene que ver con la verdad sino con un nivel muy bajo de la justicia. El Señor le dijo a Samuel: No ruegues mas por él [Saúl] porque yo lo he desechado. Y si hay hombres a quienes debemos evitar, hay otros a quienes debemos respetar, imitar, seguir su ejemplo y modelo. Pablo dijo: Sed imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo (1 Co. 11:1). Someteos a hermanos como ellos y tenerlos en alta estima (1 Tes. 5:12,13). Más adelante en este mismo capítulo, el apóstol va a hablar del hombre de Dios, aquel que debe tener la verdad de la palabra como el fundamento de su vida. Lo veremos en las próximas meditaciones. Pero ahora, Timoteo debe evitar la compañía de ciertas personas que dicen y no hacen. Confiesan una cosa y viven otra. Por sus frutos se les conoce. El carácter de los hombres de los últimos tiempos tiene unas características tan nocivas que lleva a muchos justos a experimentar una gran soledad. El profeta Isaías menciona la soledad en muchas ocasiones como experiencia de los hombres de Dios (Is.43:18-20; 51:3).

La respuesta volvemos a encontrarla en el evangelio de Dios que nos une al Hombre por excelencia. Al Hijo del Hombre. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre. El fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado; por tanto, es poderoso para socorrer a los que somos tentados. El sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo para que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Jesús es nuestro modelo. Debemos poner nuestra mirada en él y mantener la comunión con aquellos que están siendo modelados a su imagen.

TIEMPOS FINALES (20) – Apariencia de piedad

Apariencias (2)Tendrán apariencia de piedad

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán… que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella…  (2 Timoteo 3:1, 2,5).

Esta característica de los hombres de los últimos tiempos va dirigida directamente al mundo religioso. Este texto en la Biblia NTV se traduce así: Actuarán como religiosos pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios. La doctrina de la piedad es sana doctrina. Los creyentes piadosos se conforman con las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad (1 Tim.6:3). Los que no lo hacen están envanecidos, no entienden nada, tienen un interés morboso en discusiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, y constantes rencillas entre los hombres de mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad es un medio de ganancia (1 Tim.6:4-5 LBLA).

Aparentar piedad puede producir en algunos casos un buen negocio. Muchos lo están haciendo en nuestros días. Con palabras infladas, un tono modulado y una puesta en escena aparentemente benefactora, cobijan intereses ocultos, falsa piedad, falsas profecías de bienestar y éxito para conseguir beneficio propio. Muchos han encontrado una buena forma de ganarse la vida en el ámbito religioso. Surgen iglesias como setas por todas partes. Un pequeño grupo de personas y se monta un «negocio» familiar, se fabrica un producto con apariencia de evangelio, apariencia de unción, apariencia de piedad, proclamando unas cuantas palabras de la Biblia a nuestro interés y antojo. Se pone énfasis desmedido en diezmos y ofrendas para sostenerlo y una larga lista de actividades que ofrecerán respuestas fáciles a la complejidad de la vida. Pero las obras de cada uno se harán notorias más pronto o tarde. La obra de cada uno la probará el fuego, y lo que ha sido edificado sobre heno, paja y hojarasca, el fuego lo quemará. La que ha sido construida sobre oro, plata y piedras preciosas permanecerá.

La respuesta a esta trampa del corazón engañoso del hombre la encontramos en el evangelio de Jesús que enseña: Guardaos de la levadura de los fariseos que es la hipocresía (Lc.12:1). El Maestro dice: No juzguéis según las apariencias (Jn.7:24). Porque la apariencia de este mundo se pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Jn.2:17). Debemos madurar para poder discernir lo precioso de lo vil, lo santo de lo profano, el bien del mal. El alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien del mal y no ser llevados por todo viento de doctrina, sino seguir la verdad en amor (Efesios 4:14,15).

TIEMPOS FINALES ( 19) – Amadores de los placeres

Amadores de los placeres (2)Amadores de los placeres

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán… amadores de los placeres (deleites) en vez de amadores de Dios… (2 Timoteo 3:1, 2,4).

Definitivamente la cultura del placer se ha instalado en la sociedad postmoderna. Su búsqueda ocupa los mayores esfuerzos del ser humano actual. Hemos abandonado la cultura del esfuerzo, la disciplina, la abnegación. Estamos orientados hacia lo placentero. Si da placer es bueno, aunque su final sea camino de muerte. Juntamente con esta filosofía hemos perdido la perspectiva eterna del hombre. El ámbito trascendente de la vida humana ha perdido su interés y lo ha ocupado el deseo por las cosas materiales. Hemos invertido el mandamiento: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, por este otro: Amarás los placeres y deleites poniendo toda tu fuerza en conseguirlos. La gravísima novedad de este cambio es que no estamos hablando del mundo incrédulo y alejado de Dios, sino de aquellos que se llaman cristianos pero tienen como máxima en su vida buscar la satisfacción personal, el logro de sus metas, la realización personal, poniendo como base de sus vidas la búsqueda del placer y la felicidad.

En este caso hemos invertido el evangelio de Jesús por un evangelio de placeres y deleites. Nos motiva aquello que nos hace sentir bien: la música, el baile, el teatro, la pertenencia a un club social que nos da reconocimiento y suple las necesidades anímicas del hombre. Por ello es tan fácil engañar a esta generación. Por ello es sumamente posible desviar a congregaciones enteras detrás de la vanidad, el entretenimiento, el brillo de Babilonia y el engaño de las riquezas. No nos engañemos. Una gran parte del esfuerzo de las iglesias está dirigido a conseguir que sus miembros alcancen placer, sea emocional, físico o espiritual. Hay placeres de todos los tipos. La idolatría por el placer ha confundido nuestros sentidos. El yugo de los deleites temporales del pecado pasa factura siempre, y cuando viene a cobrarla quedamos definitivamente sometidos a su poder.

La respuesta a este engañoso evangelio es el verdadero y único mensaje del evangelio. La palabra de Dios a Moisés le libró del brillo y la fascinación de Egipto. Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible (Hebreos 11:24-27 LBLA). La palabra eterna nos librará del engaño de los placeres temporales del pecado.

TIEMPOS FINALES (18) – Envanecidos

VanidadEnvanecidos (infatuados)

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán… envanecidos (infatuados)…  (2 Timoteo 3:1,4).

Envanecerse es provocar vanidad o soberbia sobre sí mismo o sobre otros. Ambos supuestos son especialmente nocivos. Caer en la vanidad es entregarse a uno mismo como el centro de todas las cosas. Provocar envanecimiento en otros (adular) tiene como fin sacar provecho propio, usar, manipular, para luego desechar con los argumentos radicalmente opuestos. Si pensamos en los hombres como infatuados, tal como se traduce en la Biblia Reina Valera del 60, debemos saber que significa falto de razón y entendimiento, también es estar llenos de presunción o vanidad infundada y ridícula. El hombre de hoy es muy dado a auto engañarse. Hace cualquier cosa por pura vanidad personal. Aunque sepamos que lo que dicen de nosotros no es del todo cierto, preferimos creerlo mientras se nos adule y fortalezca nuestra necesidad de reconocimiento. De esta forma es tan fácil manipular a las masas si solamente le decimos lo que quieren oír, aquello que infla su vanidad y ego.

Tenemos una legión de predicadores dedicados a llenar de palabras infladas a las masas que luego usan para sus propios fines e intereses. Una generación tan dependiente de la adulación personal es débil. Cuando los hombres buscan, como un fin en sí mismo, que se hable bien de ellos, quedan atrapados inmediatamente en las corrientes de moda que parecen responder a su necesidad. Sin embargo, en muchos, muchísimos casos, es solo un uso interesado, un objeto de usar y tirar que cuando no sirve a los intereses necesarios es depreciado sin escrúpulos. Una sociedad envanecida es superficial. Una generación infatuada es aquella que no se mueve por razones basadas en la verdad. Los valores quedan sometidos al interés económico y aquello que produce satisfacción personal, vanidad, que nos permite medrar sin escrúpulos y a costa de quién sea. Sin principios ni valores. Nihilista. Decadente.

La respuesta a la vanidad y el envanecimiento desmesurado que nos anega en esta generación la encontramos mirando el modelo del Mesías. Cuando quisieron apelar a su vanidad pretendiendo hacerle rey se retiro al monte solo (Jn.6:14,15). El Maestro no se fiaba de ellos, porque sabía lo que había en sus corazones (Jn.2:23-25). Cuando quisieron retenerle en una ciudad y hacerle «hijo predilecto», «hombre del año», Jesús dijo que tenía que recorrer otras ciudades anunciando el evangelio (Lc.4:42-44). Cuando el diablo le tentó con los reinos de este mundo y la gloria de ellos, dijo: ¡Vete, Satanás! Jesús, reinando en nuestros corazones, es el antídoto para vencer la vanidad.

TIEMPOS FINALES (17) – Impetuosos

ImpetuososImpetuosos

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán… impetuosos…  (2 Timoteo 3:1,4).

Las obras de cada persona son el resultado de su propia naturaleza. Antes de hacer somos. Me llama la atención que el apóstol no tiene dudas en su exposición. Los hombres serán. No hay lugar a la incertidumbre por las circunstancias o factores externos. Por el contrario, él ve una sociedad caracterizada por la manera de ser de sus ciudadanos. Y porque los hombres serán de una determinada forma de carácter producirán una generación acorde a ello. Las sociedades se forman por las personas que las componen. Las generaciones pueden ser de una forma u otra en función del carácter predominante de sus gentes. Esto no excluye otro tipo de personas, pero la identidad de una generación la forman sus hombres más relevantes y determinantes.

Aquí se nos dice que serán impetuosos. ¿Qué significa? Que se mueven de modo violento y rápido, así es como lo define el diccionario de la lengua española. Muy revelador. Volvemos a encontrarnos con la violencia como estilo de vida en la generación que precede al reinado mesiánico. La impetuosidad es la norma. La impaciencia nos domina. La inquietud nos atenaza. Todo menos paz, la paz del reino de Dios. La competitividad exige rapidez y esta hay que imponerla a cualquier precio llevándose por delante a quién sea. El profeta Daniel también habla del tiempo del fin y dice: Muchos correrán de aquí para allá (Daniel 12:4). Impetuoso también significa comportarse de manera impulsiva o irreflexiva. Se impone la acción sobre la reflexión, por lo tanto, se cometen más errores. No se piensa en las consecuencias, solo en llegar para volver a empezar de nuevo. El alma se aflige y se cansa, aparecen tensiones y sobrecargas que terminan por afectar a nuestro cuerpo con daños tal vez irreparables. Queremos parar pero no podemos, una fuerza extraña se ha apoderado de nosotros y nos domina. Vivimos como esclavos en una sociedad libre.

La respuesta a esta agitación irrefrenable la encontramos en el evangelio. Las buenas nuevas anuncian la llegada del príncipe de paz a la tierra. Su mensaje vuelve a resonar en nuestros oídos con este llamamiento: Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo  sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y mi carga ligera. El evangelio contiene esta verdad: A los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo (Romanos 8:29). El Mesías es la respuesta a estos tiempos peligrosos.