TIEMPOS FINALES – Aumento de la maldad (1 al 5)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Aumento de la maldad (1)

… Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará (Mateo 24:12)

         La conjunción «y» se usa habitualmente como valor de unión, suma o adición, sirve para añadir un nuevo elemento. En nuestro recorrido añade una nueva señal de los tiempos finales. Da continuidad a los sucesos enlazados anteriores al advenimiento del Mesías-Rey. El texto que tenemos para meditar introduce una consecuencia del aumento de la maldad: el amor de muchos se enfriará. Ambas realidades van juntas. Hay un aumento de la maldad que produce un enfriamiento del amor. Es la triste realidad de la iglesia de Laodicea, abandonaron su primer amor. Estamos asistiendo, sin duda, a un aumento de la maldad en el corazón del hombre. La dureza se inicia cuando el ser humano no tiene en cuenta a Dios. No le da gracias, se envanece en sus razonamientos y su necio corazón es entenebrecido. Una sociedad sin Dios legisla sin temor de Dios. No hay Dios. Solo el hombre. No hay juicio. Solo ante los hombres, y estos pueden ser fácilmente engañados, de ahí la loca carrera para camuflar, aparentar, disimular, fingir, esconderse detrás de cierta educación en las formas, un tono de voz modulada que encubre la mentira como forma de vida. Filosofías relativistas. Nada es bueno ni malo. Por tanto, se impone el aumento de la maldad que navega bajo unos parámetros seculares sin control, inventando males, llamando a la luz tinieblas y a las tinieblas luz. El apóstol Pablo lo llama el misterio de la iniquidad que ya estaba en acción en sus días, y que irá en aumento, hasta que el Señor lo elimine con el espíritu de su boca, y lo destruya con el resplandor de su venida (2 Tes. 2:7-9). Este aumento de la maldad produce apostasía en los creyentes, y da paso a la manifestación del hombre de pecado, el hijo de perdición. Lo hemos visto ampliamente en la serie sobre el hombre condenado. El hombre de pecado vive dominado por el mal, un dueño a quién sirve con delectación y se complace con todos aquellos que practican el pecado en su gran diversidad de formas y manifestaciones. Cada día se suceden ante nuestros ojos noticias aterradoras  a través de infinidad de imágenes y mensajes en los medios de comunicación que hielan la sangre, todo ello está insensibilizando y hechizando a nuestra generación en una conformidad ante el mal que enquista la conciencia y la cauteriza. Los ejemplos son innumerables. La manipulación de la pandemia del coronavirus a la que estamos asistiendo es una prueba más de como la mentira predomina. Nuestro gemido debe ser el que adelante su venida.

         El aumento de la maldad produce el enfriamiento del amor que a su vez congela el alma anunciando la necesidad libertadora del reino mesiánico.

TIEMPOS FINALES – Aumento de la maldad (2)

Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios (2 Tesalonicenses 2:3,4)

         El engaño adopta diversos tipos de formas. Puede ser por exceso o por defecto. Un exceso de expectativa en el retorno de Jesús puede dar lugar a neurosis del fin del mundo que producen un escapismo fuera de la realidad; ese tipo de actitudes se han vivido en distintas etapas de la historia de la iglesia. La última fue en el paso del siglo XX al XXI, donde tuvimos toda una serie de «profecías» del caos que dieron lugar a mil especulaciones. También hemos tenido las «profecías» sobre el calendario maya que databa el 2012 como el año del fin. Por otro lado, tenemos el engaño por defecto, que conduce a una mentalidad netamente materialista de la historia que tiene su única esperanza en el tiempo presente. Como dijo el apóstol: cuyo dios es su vientre, que solo piensan en lo terrenal. La Escritura anuncia señales antes del fin. Esas señales se van sucediendo progresivamente acumulando lo que se llama dolores de parto hasta alcanzar el punto álgido de dar a luz el día, un nuevo día, el día postrero, el día del Señor, cuando se inicia el reino mesiánico. La historia conduce inexorablemente a ese día. Una de esas señales es el aumento de la maldad. Una progresión cuantitativa y cualitativa de iniquidad que toma diversas formas. Siempre comienzan con un pensamiento. Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él (Pr.23:7). O como dice en la Biblia de las Américas: pues como piensa dentro de sí, así es. Esta verdad revela a ciertos intelectuales como portadores de nuevas ideas que penetran en la sociedad, alcanzan a los gobiernos que establecen leyes sujetas al nuevo paradigma de pensamiento para liberar ideologías que trastornan a naciones y continentes enteros. Si tomamos como referencia el final del siglo XIX y el inicio del XX vemos que el aumento de la maldad tomó formas ideológicas que condujeron a dos guerras mundiales con una devastación nunca vista antes. En palabras del historiador Paul Johnson, en su libro Tiempos modernos, donde dice: El siglo XIX asistió a la culminación de la filosofía de la responsabilidad personal, que fue la herencia conjunta del judeocristianismo y el mundo clásico. El abandono de estos valores dio entrada a una maldad estatal que veremos.

         La historia demuestra que en la primera década del siglo XX se dio inicio a un aumento de la maldad como resultado de las ideas relativistas y marxistas, hoy ampliadas con una agenda globalista en oposición al Dios de la Biblia.

 

TIEMPOS FINALES – Aumento de la maldad (3)

Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida (2 Tesalonicenses 2:7,8)

         No estamos diciendo que la maldad comenzara a inicios del siglo XX, pero sí hubo un aumento de iniquidad como resultado de la materialización de las ideas anteriores, convertidas en ideologías, que establecidas en ciertos Estados dieron lugar a una devastación nunca antes vista. «El siglo XIX se interesaba esencialmente por el éxito moral o espiritual del individuo, era la filosofía de la responsabilidad personal, la idea de que cada uno de nosotros es individualmente responsable de sus actos, una herencia cuya base se asentaba en la cosmovisión judeocristiana y clásica» (Paul Johnson, Tiempos modernos). Sin embargo, en ese mismo siglo es cuando se gestaron las ideas del relativismo y el marxismo que explosionaron en el siglo siguiente con toda su virulencia. Especialmente cuando el aumento de la maldad pasó del individuo a los Estados. En palabras de Winston Churchill: La capacidad de destrucción del individuo, por perverso que sea, es reducida; la del Estado, por bien intencionado que sea, resulta casi ilimitada. La ley de la relatividad de Einstein derivó en relativismo moral, quien vivió lo suficiente para ver que el relativismo moral, a su juicio una enfermedad, se convertía en una pandemia social, así como vivió para ver que su fatal ecuación promovía el nacimiento de la guerra nuclear. Hacia el fin de su vida solía decir que había momentos en que deseaba haber sido un sencillo relojero. En las dos primeras décadas del siglo XX comenzó a difundirse la idea de que ya no existían absolutos. El relativismo dio forma al curso de la historia del siglo XX, actuando como un cuchillo que ayudó a cortar las amarras tradicionales de la sociedad en la fe y la moral de la cultura judeocristiana. Unido a la ausencia de responsabilidad personal que proponía Freud, queriendo demostrar que los sentimientos de culpa no respondían a ninguna forma de fragilidad humana, impidiendo el desarrollo de la civilización; y añadiéndole el materialismo de la filosofía marxista, desarmaron la conciencia individual para desclavar el soporte moral que fue el centro de la civilización europea del siglo XIX. Tenemos aquí (creo yo) el embrión del misterio de la iniquidad del que hoy somos herederos. Ese embrión se ha desarrollado a velocidad de vértigo las últimas décadas dando paso a la pretensión de imponer un gobierno global en oposición a Dios resucitando a Nimrod en Sinar.

         El misterio de la iniquidad se libera mediante ideologías relativistas y materialistas que dan lugar a una maldad ilimitada en las naciones de hoy.

 

TIEMPOS FINALES – Aumento de la maldad (4)

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia… (1 Timoteo 4:1,2)

         El proceso degenerativo que conduce al aumento de la maldad en las personas es gradual. La historia del hombre está llena de sucesos de este tipo que acaban en manifestaciones de iniquidad abriéndose camino en la vida cotidiana trayendo dolor y muerte. Hemos dicho que el proceso generalmente se inicia con un pensamiento, que da lugar a un desarrollo más amplio convirtiéndose en ideología, y cuando conecta con otras personas que aceptan esa forma de pensar, producen una influencia en la sociedad que recogen los políticos para darle forma de ley ejecutándolas mediante los poderes del Estado. No todos los pensamientos tienen la misma fuerza para introducirse en la sociedad, pero hay corrientes ideológicas que se establecen con un impulso sorprendente. En poco tiempo se extienden a sociedades enteras, quedando subyugadas bajo una tiranía que no puede explicarse de forma natural. El apóstol Pablo nos da una pista cuando habla de espíritus engañadores y doctrinas de demonios que llevan a muchos a la apostasía, porque han escuchado argumentos altivos, hechiceros y fascinantes, que pueden conducir a pueblos enteros a una conciencia cauterizada mediante la mentira. Lo vemos en los dos totalitarismos predominantes del siglo XX, comunismo y nazismo. Hoy lo tenemos en el islamismo y la agenda 2030 globalista. Cuando una ideología perversa es impulsada por huestes espirituales de maldad, encontrando la forma de expresarse en el mundo natural mediante hombres perversos y malos que le dan curso articulando argumentos altivos y cautivadores, para luego pasar a formar parte de la constitución de un Estado nacional, la multiplicación de la maldad y sus daños son ilimitados. La fuerza arrolladora del engaño y la manipulación del lenguaje se manifiesta en la naturaleza espiritual que la produce, formando doctrinas, filosofías e ideologías (relativismo moral, materialismo, comunismo, secularismo y nacionalismo son algunas de las predominantes en el siglo XX y que han formado nuestra generación actual) acelerando la maldad y causando dolor y muerte sin límite. Una conciencia cauterizada (personal o colectiva) justificará cualquier comportamiento por abyecto que pueda parecernos inicialmente. El ataque principal es contra la fe bíblica y sus valores, porque si la sal pierde su sabor…

         La noche está avanzada con su oscuridad más profunda, preludio del día del Señor que se acerca. Debemos levantarnos del sueño.

 

TIEMPOS FINALES – Aumento de la maldad (5)

… Andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza (Efesios 4:17-19)

         Vivir ajenos a la vida de Dios no significa no ser religioso. Se puede ser religioso sin tener la vida de Dios. Aprender dogmas, liturgia, ritos y tradiciones está al alcance del hombre natural y carnal. Una vez más vemos en este pasaje cómo se produce el deterioro que da lugar al aumento de la maldad. La vanidad de la mente y de los pensamientos significa seguir la corriente de este siglo en su forma de pensar predominante. Es vivir en los deseos de nuestra carne y de los pensamientos sin control (Ef.2:1-3). Los pensamientos no renovados por la verdad de la palabra de Dios dan lugar a una manera de pensar entenebrecida, es decir, un pensamiento oscuro, de tinieblas, fácilmente manipulado por el príncipe de la potestad del aire que opera en los hijos de desobediencia. Esa mente nos aleja de la vida de Dios mediante la ignorancia, produciendo una dureza de corazón que nos lleva a perder toda sensibilidad entregándonos a cometer todo tipo de engaños y malignidades. Todas ellas justificadas mediante un pensamiento armado sobre doctrinas de demonios y espíritus engañadores, liberando así en pueblos y naciones, incluso continentes, ideologías como las reseñadas (comunismo, nazismo, islamismo) o la de nuevo cuño llamada ideología de género. Esta ideología ha penetrado en los gobiernos de los países más avanzados del mundo dando lugar al aborto libre, el matrimonio de personas del mismo sexo, adoctrinando a los niños en una sexualidad basada en la caprichosa elección al margen de la naturaleza sexual propia de su biología natural. Además se impone de manera totalitaria, legislando contra todo aquel que discrepe de semejantes postulados que han sido elevados a la categoría de dogma absoluto, sin aplicarse en este caso el relativismo moral que sí se utiliza cuando se trata de los valores y principios judeocristianos. Esta ideología se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto, tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios (2 Tes.2:4). Paradójicamente, en los mismos países donde se legisla contra el Dios revelado en la Biblia se permite con sumisión la implantación de la religión islámica, que es un sistema totalitario, poniendo de manifiesto su paralelismo en naturalezas distintas pero complementarias. La naturaleza de pecado se encuentra allá donde se opone a Dios y su ley moral.

         El aumento de la maldad con sus múltiples manifestaciones es una prueba inequívoca que vivimos en la antesala del reino mesiánico.

36 – TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (6)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Engaño masivo (6)

[…] Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación […] La mujer estaba vestida de púrpura […] y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA […] Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas (Apocalipsis 17:1,2,4,5,15)

Hemos hablado brevemente de la fuente de donde emana toda mentira. Jesús lo identificó como el padre de la mentira, y cuando miente lo hace como parte esencial de su propia naturaleza, porque es mentiroso y padre de la mentira (Juan 8:44). Los creyentes sabemos esto de forma mecánica, como una frase hecha, sin embargo, no nos paramos a pensar mucho sobre las consecuencias que ello tiene en nuestro diario vivir. Y cuando miramos a los gobiernos del mundo vemos que mayoritariamente están sostenidos por la mentira, la manipulación, campañas de acoso al disidente, persecución de todo aquel que no acepte las ideas predominantes que se establecen en cada tiempo y ocasión. Pues bien, la Escritura nos habla de una ciudad ramera, una capital que se constituyó en reino, ejerciendo un poder hechicero y carismático sobre el mundo antiguo que hizo posible unificar a todos bajo un liderazgo, una agenda, una idea, un proyecto, me estoy refiriendo a la ciudad levantada en la llanura de Sinar, la antigua Mesopotamia, y que conocemos con el nombre de Babel. El proyecto que intentaban en oposición a Dios y su propósito original de que se extendieran por todo el mundo quedó frustrado por la confusión y el juicio. Sin embargo, el modelo de gobierno se expandió a todas las naciones impulsado por el príncipe de este mundo, el que opera en los hijos de desobediencia, y cuyas corrientes de pensamiento alcanzan la mente humana, especialmente los gobernantes, para expandir la naturaleza de esa ciudad ramera y fornicaria. Una ciudad con dos vertientes, una física y geográfica en la llanura de Sinar (Mesopotamia, el actual Oriente Medio), y otra, una concepción espiritual que se ramifica en múltiples manifestaciones, todas ellas bajo el modelo de rebelión que impulsó el origen de esta ciudad. El apóstol Juan quedó perplejo por el misterio que emana de ella. Se le mostró que su poder hechicero, fornicario, inmoral e idólatra sería implantado bajo su influencia sobre pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. ¿Por qué nos sorprendemos que haya un intento de gobierno mundial muy avanzado en nuestros días?

         Un engaño masivo y múltiple está zarandeando a todas las naciones.

35 – TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (5)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Engaño masivo (5)

Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él (Apocalipsis 12:9)

¿Puede ser posible que una mentira tenga la fuerza y el potencial de alcanzar a todas las naciones de la tierra? ¿Es sensato o verosímil poner en duda una supuesta verdad que aceptan como tal gobiernos, naciones y la mayoría de Las gentes del mundo? Podríamos hacer algunas preguntas más en la misma dirección y la respuesta sería la misma: Sí. Sí, es posible engañar al mundo entero. Es posible hacer creer a naciones enteras una corriente de pensamiento, una verdad única, una ideología mayoritaria. La historia de la humanidad contiene diversos intentos para conseguirlo, iniciándose en la llanura de Sinar y el comienzo del reino de Babel en los días de su primer líder llamado Nimrod, cuyo modelo se extendió a todas las naciones de la tierra. Lo anormal es no creer que semejante estrategia sea posible. La Biblia dice que el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan 5:19), por tanto, bajo su influencia engañosa, porque el diablo es mentiroso y padre de la mentira. La Escritura enseña con claridad que la muerte espiritual, producida por el pecado en el que hemos nacido, permite ser arrastrados por corrientes de pensamiento mundanas, que a su vez son impulsadas por el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que opera en los hijos de desobediencia; esa influencia engañosa y perversa se mantiene activada mientras la persona no ha sido regenerada (incluso después de nacer de nuevo su influencia puede alcanzarnos, recordar el ejemplo de los gálatas y su hechizo posterior a la predicación del apóstol Pablo), por lo cual, lo normal es que nuestros gobernantes acepten planteamientos ideológicos que se han establecido como verdad absoluta y han sido impuestos en sociedades supuestamente democráticas. Vivir bajo el dominio de la potestad de las tinieblas (Colosenses 1:13) permite que se establezcan agendas ideológicas contrarias a la verdad de Dios, impulsadas por Satanás y los ángeles que fueron arrojados con él a la tierra. Sobre la pandemia que nos azota la mayoría de naciones han aceptado las tesis de la OMS a pesar de que existen dudas razonables y ocultaciones sospechosas sobre su estrategia; las medidas desproporcionadas que se han tomado que en muchos casos están produciendo mayores daños que el propio virus. El supuesto remedio peor que la enfermedad. Sin embargo, mayoritariamente se aceptan  creyendo los débiles y contradictorios argumentos que lo sustentan.

         No nos engañemos. Es posible manipular a todas las naciones atrapándolas mediante un poder demoníaco mundial que las hechiza.

34 – TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (4)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Engaño masivo (4)

La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es la deshonra de cualquier pueblo (Proverbios 14:34 NTV)

En las Escrituras encontramos muchas veces los contrastes que toda sociedad pone de manifiesto. Hay una tensión continua para establecer formas de gobierno que defienden la libertad y la justicia frente a la tiranía y la opresión, los ejemplos llenan las páginas de los libros de historia. Mayoritariamente predominan los gobiernos que halagando a su electorado hasta conseguir asentarse en el poder luego establecen patrones que pretenden consolidar su dominio permanente. Por ello se nos insta una y otra vez a los hijos de Dios a ser luz, brillar, ser sal, salar, y orar por aquellos que ocupan puestos de relevancia para que podamos vivir quieta y reposadamente, con toda piedad y honestidad. Esa es la voluntad de Dios. Hoy la política tiene un papel relevante en muchos ámbitos eclesiásticos, los creyentes participan en los debates políticos en las redes sociales, en muchas ocasiones para empeorar las cosas con palabrería y discusiones interminables que solo añaden confusión al panorama general. Sin embargo, la iglesia del Señor debe ser voz en medio de la maldad. Debe alzar la voz para anunciar la justicia del reino de Dios. En esto los profetas de Israel son un modelo evidente para alzarse contra las injusticias sociales. Como está escrito: Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de YHVH, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado (Miqueas 3:8). En muchas ocasiones la voz del profeta tenía como destinatario a los gobernantes que dirigían los destinos de la nación, porque de un gobierno justo bajo el temor de Dios había bendición y provecho, mientras que el pecado institucionalizado afrentaba al pueblo y lo llevaba al desastre. El libro de Proverbios nos da muchos ejemplos de este principio. Leamos. Cuando hay corrupción moral en una nación, su gobierno se desmorona fácilmente. En cambio, con líderes sabios y entendidos viene la estabilidad (28:2 NTV). Cuando los justos triunfan, todo el mundo se alegra. Cuando los perversos toman el control, todos se esconden (28:12 NTV). Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime (29:2 NTV). Cuando los perversos están en autoridad, el pecado abunda, pero los justos vivirán para verlos caer (29:16 NTV). Parece hablar de nuestros gobernantes actuales. La pasividad en nuestra misión profética no denunciando el pecado de los gobernantes solo permitirá el avance del mal y su dominio sobre las naciones. Hemos sido llamados a levantarnos y resplandecer con luz.

         Aunque seamos extranjeros y peregrinos en la tierra no debemos renunciar a nuestra misión denunciando el pecado que destruye a los pueblos.

33 – TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (3)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Engaño masivo (3)

Ese hombre vendrá a hacer la obra de Satanás con poder, señales y milagros falsos. Se valdrá de toda clase de mentiras malignas para engañar a los que van rumbo a la destrucción, porque se niegan a amar y a aceptar la verdad que los salvaría. Por lo tanto, Dios hará que ellos sean engañados en gran manera y creerán esas mentiras. Entonces serán condenados por deleitarse en la maldad en lugar de creer en la verdad (2 Tesalonicenses 2:9-12 NTV)

Cuando una persona, familia, sociedad o generación se niega obstinadamente a aceptar la verdad natural de las cosas, y tuerce con injusticia la verdad revelada está abriendo su mente y corazón a cualquier tipo de creencias. Un poder engañoso toma lugar contradiciendo neciamente hasta las cosas más elementales. Y aquí aparece en escena la llamada ideología de género (una de las peores aberraciones que ha dado a luz nuestra generación) que pone en duda la realidad del ser humano negándole la evidencia biológica de la naturaleza que ha recibido al nacer. De tal forma, que ya hay padres que se niegan a reconocer el sexo biológico de sus hijos hasta que estos decidan si quieren ser hombre, mujer o neutro cuando tengan capacidad para decidir. En España, especialmente los gobiernos autonómicos, han legislado esta aberración apoyada por todos los partidos políticos del arco parlamentario, sean de izquierdas o derechas. Y todo ello en nombre de la libertad, la democracia, los derechos humanos y la no discriminación. Este nivel de alteración de la ley natural va radicalmente en contra de la creación de Dios y tiene unas consecuencias dramáticas para nuestra sociedad. Cuando los gobiernos legislan para cambiar la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador… Dios los entrega a pasiones vergonzosas, y a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen (Romanos 1:23-28). Es el mismo principio que aparece en los textos que tenemos para meditar. Negar la verdad de Dios nos introduce en la creencia de la mentira. Somos engañados como resultado de habernos entregado a la inmundicia, para que un poder espiritual tome el control de nuestras mentes y razonamientos contra el sentido común y elemental de las cosas. Y ese poder engañoso se apodera de los gobiernos que establecen leyes contra natura legalizando la perversidad. Si un gobernante presta atención a los mentirosos, todos sus consejeros serán perversos (Proverbios 29:12 NTV). Llevamos años asistiendo a esta ceremonia de la confusión y destrucción de la sociedad en nombre de unas libertades que no son más que la mayor de las esclavitudes: el engaño masivo.

         Una sociedad cuyos gobernantes se instalan en la mentira ha dado entrada a poderes espirituales que destruirán la convivencia y bienestar.

32 – TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (2)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Engaño masivo (2)

Jesús les dijo: No dejen que nadie los engañe, porque muchos vendrán en mi nombre y afirmarán: Yo soy el Mesías, y engañarán a muchos… Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente (Mateo 24:4,5,11 NTV)

Una de las cosas que me llama poderosamente la atención de las palabras de Jesús en nuestro texto es que la mentira tiene la capacidad potencial de conseguir sus objetivos. Parece haber una predisposición en el alma humana a ser engañado. No en vano dice el profeta: El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso (Jeremías 17:9 NTV). Una vez más encontramos que la iniquidad y la mentira caminan juntas, establecen la injusticia y levantan un gobierno despótico que tiraniza a las naciones. El apóstol Pablo dice que hay hombres perversos y malos alejados de la fe (2 Tes.3:2). Estas personas, sin temor de Dios en sus corazones, rebeldes y contumaces, con apariencia de piedad pero negando su eficacia, son a menudo los gobernantes que dirigen los destinos de los pueblos llevándolos a su propia destrucción. Por eso nos exhorta el Maestro a que no nos dejemos engañar. En primer lugar del engaño de nuestro propio corazón, para lo cual el evangelio nos impele a arrepentirnos y venir bajo el señorío del Mesías verdadero que gobierne nuestras vidas desde lo hondo de nuestro ser mediante su Espíritu, la nueva vida que brota de la redención del justo redentor. Y una vez librados del vicio de la mentira, —como dice el apóstol a los fieles seguidores de Jesús en la ciudad de Éfeso: desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo (Efesios 4:25) —, estamos en disposición de discernir las obras de cada uno, distinguir las palabras separando lo precioso de lo vil para no ser arrastrados por el error de los inicuos, cayendo de vuestra firmeza (2 Pedro 3:17). Sin embargo, el potencial del engaño seguirá ejerciendo su fascinación y hechizo sobre aquellos que no aman la verdad. Jesús es la verdad; el Espíritu de Dios es la verdad; su palabra es verdad. El salmista David supo verdaderamente lo fácil que puede llegar a ser desplomarse subyugado por los sentidos, doblegado por los deseos de los ojos, para que una sucesión irresistible de pecado neutralizara momentáneamente la verdad de su corazón quedando a merced de la soberbia que se había enseñoreado de él (Salmos 19:12,13). Una vez hizo confesión de sus pecados, inscritos a fuego en las páginas de la Escritura, supo que el Señor ama la verdad en lo íntimo, y en lo secreto del ser nos hace comprender la sabiduría para librarnos de la muerte (Salmos 51:6). El engaño puede ser temporal o eterno. La mentira nos puede vencer momentáneamente o gobernar nuestras vidas hasta el final.

         Escapemos de las garras del error viniendo al Mesías Redentor y Rey.

31 – TIEMPOS FINALES – Engaño masivo (1)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Engaño masivo (1)

Jesús les dijo: No dejen que nadie los engañe, porque muchos vendrán en mi nombre y afirmarán: Yo soy el Mesías, y engañarán a muchos… Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente (Mateo 24:4,5,11 NTV)

Asistimos casi impasibles en los últimos tiempos a la proliferación de la mentira como norma. Hay verdaderas autopistas bien asfaltadas por donde corre el engaño a una velocidad de vértigo. Las noticias falsas están de moda. Incluso quienes más las impulsan se permiten ser los verificadores que dictaminan lo que es verdadero y falso. La mezcla es de tal magnitud que una verdadera ceremonia de la confusión se ha apoderado de nuestras sociedades aturdidas por el espectáculo lamentable de competir por saber colocar la mejor mentira con la mayor apariencia de verdad. Los mensajes van y vienen. De un día para otro quedan obsoletas informaciones que nos mantuvieron hechizados y atrapados durante horas. Nuestros políticos han perfeccionado el arte del engaño de tal forma que los mejores consejeros son aquellos que pueden armonizar el mejor relato haciendo verosímil cualquier estrategia mentirosa. En medio de semejante ceremonia de la confusión las palabras del Maestro resuenan una vez más: No dejen que nadie los engañe. Asistimos a una batalla irrenunciable por combatir la masificación de la mentira aferrándonos a la firme decisión de no ser engañados. ¿Pero cómo lo hacemos? ¿Cuál es la vara de medir que debemos usar para diferenciar las falsificaciones del original? Jesús dice que muchos vendrán, —se levantarán—, afirmando ser portadores de un mensaje redentor y liberador, incluso ser el mismo Mesías, y lo llamativo, dice el Maestro, es que a muchos engañarán, siendo arrastrados a una falsa esperanza de redención y liberación. El deseo de oír aquello que anhelan enlazará sus almas atándolas a un poder engaño por el que estarán dispuestos a despreciar a quienes pretendan hacerles despertar de la ensoñación. El hechizo se ha producido. La conexión establecida. Los vínculos se afirmarán con un sinfín de repeticiones del mismo mensaje, una y otra vez, hasta que asimilado y digerido se volverán autómatas convencidos que su mesías-libertador ha llegado. Esos mensajes predominantes tienen hoy como base una esperanza antropocéntrica, el hombre y sus potencialidades como eje de su acción. La autorrealización personal a cualquier precio. La cultura del placer y los deleites temporales del pecado como base del sentido verdadero de la existencia. Cuya conducta demuestra que son verdaderos enemigos de la cruz de Cristo. Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal (Fil.3:18-19 NTV).

         El engaño penetra con aparente placer culminando en decepción.

30 – TIEMPOS FINALES – Apostasía de la fe (9)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Apostasía de la fe (9)

Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras los mitos (2 Timoteo 4:3,4 NTV)

Y ese tiempo ha llegado. Sí, me dirás, pero ha habido muchos momentos anteriores cuando las gentes han hecho exactamente lo mismo que expresa este texto. Sin duda. No hay nada nuevo debajo del sol. La diferencia está, creo yo, en que hace tan solo unas décadas, la velocidad de transmisión del error ocupaba más tiempo, el mundo era más grande; hoy la globalización lo ha achicado de tal forma que de la misma manera que podemos conseguir un mejor precio de algunos productos al otro lado del globo, también podemos ser expuestos a la falsedad y las doctrinas de demonios que tienen su origen a miles de kilómetros. Los avances tecnológicos, internet, redes sociales, la digitalización, etc. han conseguido que podamos ser expuestos a una masificación de la información, todo tipo de mensajes, que nos abruman por un lado, y por el otro, debidamente manipulados por las élites globalistas que dominan los medios con su financiación, unifiquen sus contenidos de tal forma que tenemos naciones y continentes enteros pensando lo mismo y aplicando las mismas políticas y doctrinas. Por las mismas vías corre también todo tipo de enseñanzas que alimentan la soberbia de los sentidos y placeres, asimilando nuestro oído a un mensaje placentero, exitoso, positivista que engorda nuestro ego para destruir el alma y matar el espíritu. La sana doctrina o enseñanza de nuestro texto son los fundamentos de la doctrina de la piedad. No se trata de predicadores doctrinarios y sectarios. Son los fundamentos que una vez destruidos ¿qué ha de hacer el justo? (Salmos 11:3). Estas son las autopistas por donde viajan la disipación, disolución y apostasía. La iglesia actual está sometida a una tensión infernal. Hay muchos mensajes que tienen gran audición, el oído dispuesto, pero falsos como un euro de madera. El liberalismo doctrinal ha socavado los fundamentos de la fe, incluso hay quienes dudan en el ámbito evangélico de la autoridad de las Escrituras. Se han amontonado maestros con cierto carisma que arrastran a masas ingentes al error. Hemos abandonado la necesidad de un carácter probado. Los líderes que un tiempo fueron referentes se vuelven en algunos casos promotores de la dispersión de la grey de Dios. La sana doctrina se ha vuelto arcaica, anacrónica, y hemos buscado nuevos modelos conformados al sistema de este mundo. Todo ello nos ha debilitado asimilando gran parte de la apostasía generalizada de la fe.

         Escoger bien qué y a quién oímos es vital para no caer de la firmeza.

29 – TIEMPOS FINALES – Apostasía de la fe (8)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Apostasía de la fe (8)

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1)

La Escritura enseña taxativamente que el corazón del hombre es engañoso, por tanto, proclive a la mentira y el autoengaño. Es más fácil aceptar una mentira que combatirla para entresacar la verdad de la inmensidad de argumentos humanos. Y cuando las sociedades entran en la deriva de entregarse a los placeres, viviendo está muerta (1 Timoteo 5:6). Por tanto, desconfiemos de ideologías mayoritarias que no aceptan otra forma de pensar. La apostasía puede manifestarse de forma abrupta oponiéndose a la verdad radicalmente, combatiéndola, como Janes y Jambres (2 Timoteo 3:8), hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe, pretendiendo apartar a otros de la verdad para que fueran salvos; como Elimas el mago trataba de impedir que el procónsul Sergio oyera la palabra en boca de Bernabé y Saulo, procurando apartarle de la fe;  o bien, de manera sutil y progresiva calando mediante una lluvia fina que permea el pensamiento, atrapa el alma en una red sentimental, y ahoga el espíritu para que no pueda reaccionar frente a los argumentos de apariencia de piedad a los que ha sido expuesto mediante un largo proceso de asimilación. Los patrocinadores de la ingeniería social a la que asistimos en las últimas décadas han optado por esta última estrategia. Habiendo infiltrado los colegios y universidades, los medios de comunicación y el poder judicial, solo han tenido que empujar levemente a los gobernantes títeres de las naciones para que acepten su pensamiento único sometiéndose bajo la sutileza de argumentos democráticos y derechos humanos. De esta forma tenemos un abanico de doctrinas que han alcanzado el nivel de verdades absolutas como el cambio climático, la ideología de género, el matrimonio homosexual, el aborto, la eutanasia, la inmigración ilegal impulsora de verdaderos asaltos a la convivencia y los recursos de una Europa rica endeudada de por vida y para varias generaciones, destruir las identidades nacionales en un carrusel de multiculturalismo falso, la destrucción de la familia tradicional, el papel de los padres y su autoridad sobre los hijos, el desprecio del cristianismo en paralelo a la invasión del islam, pretendiendo despojar a los pueblos de su cultura tradicional y conservadora de los valores esenciales que han forjado nuestra historia. Todo ello mediante un lenguaje altamente inclusivo, modulado, buenista y falso a la misma vez. Tras aceptar los argumentos, la tibieza y el relativismo moral socaban la fe y levantan la apostasía.

         El engaño globalista es masivo, pero la verdad nos hará libres.

28 – TIEMPOS FINALES – Apostasía de la fe (7)

Tiempos finales revisadaTIEMPOS FINALES – Apostasía de la fe (7)

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Timoteo 4:1)

La fuerza del engaño en los tiempos finales tiene una potencia mayor que la bomba atómica. La capacidad de manipular a sociedades enteras se ha vuelto una posibilidad altamente verosímil. Los argumentos que se levantan contra el conocimiento de Dios, (léase verdades y principios judeocristianos), contienen una altivez sobrenatural capaz de neutralizar la fe que un día abrazamos. Por ese camino se filtra la apostasía. Una lluvia fina en forma de vanas imaginaciones, astucia, huecas sutilezas, filosofías, ideologías y teologías, cuya matriz está en el centro de la soberbia humana, tienen la capacidad de paralizar el desarrollo de la fe del corazón y someterlo al hechizo de los sentidos para abandonar «suavemente» la firmeza de la verdad (2 Co.11:3). Todo ello es posible cuando dejamos de oír la voz de Dios entregándonos a escuchar mensajes humanistas políticamente correctos y la suavidad de argumentos con apariencia de piedad que neutralizan los fundamentos sólidos de la verdad revelada. El lenguaje se ha vuelto inclusivo, falsario, prostituyendo el sentido original de las cosas para darle otro totalmente distinto, aunque al oírlo tenga la apariencia de piedad y bondad sin que percibamos el engaño que esconde. De esta manera, una de las doctrinas de demonios ampliamente aceptada hoy, y legislada mediante leyes aprobadas por mayorías parlamentarias, es la llamada ideología de género que pretende, entre muchas otras iniquidades y algunas reivindicaciones equitativas, negar la propia naturaleza del ser humano, oponiéndose a la biología que determina el sexo por una elección caprichosa al gusto del consumidor. Es un ataque frontal a la creación de Dios. Como Nimrod, vigoroso en oposición a Dios. Prepotente, emancipado del Creador, como al principio (seréis como dioses), para levantar un reino universalista, globalista, de gobierno e ideología única, asentado en la ciudad ramera, cuyo modelo se extendió a todas las naciones después del juicio de Dios. Como está escrito: Y Cus engendró a Nimrod, primer prepotente en la tierra. Este era intrépido cazador enfrentado a Adonai Elohim (Génesis 10:8,9 BTX IV Edición). Hoy tenemos esa misma potestad establecida desde la ONU, un organismo mundial, cuyas instituciones supranacionales son el mayor impulsor de la agenda mundialista. Pensemos. No es posible tanta unanimidad en una agenda global a la que se han sometido la mayoría de las naciones sin que haya un dominio espiritual que las sustente, como se hizo en Babel.

         Asistimos a la simplificación del engaño produciendo apostasía mundial.