64 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – Impedidos de predicar

La vida en el Espíritu - MeditacionesImpedidos de hablar la palabra en Asia

Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia, y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió (Hechos 16:6-7).

Los creyentes tenemos a menudo un vocabulario aparentemente bíblico que no siempre concuerda con la verdad de las cosas. Cuando encontramos oposición a lo que pensamos es la voluntad de Dios decimos que el diablo se nos opone y hay que resistirle, pero no siempre es así. Sabemos que predicar el evangelio es la voluntad de Dios, y damos por hecho que debemos hacerlo en cualquier lugar y situación, pero el pasaje que nos ocupa nos enseña que podemos estar muy equivocados. El mismo apóstol Pablo aprendió en este caso que puede tener impulsos y deseos que no concuerdan con la voluntad expresa del Espíritu Santo que es quién dirige la obra misionera.

El apóstol de los gentiles acabó comprendiendo que era el Espíritu de Dios quién se les estaba oponiendo y no el diablo. Curiosamente cuando llegan al primer lugar donde el Espíritu les dio permiso de anunciar el evangelio acabaron con sus huesos en la cárcel de Filipos. Todo parecía ocurrir al revés de lo pensado. Sin embargo, Pablo y su equipo de trabajo estaban sujetos a la dirección del Espíritu. Eran obedientes más allá de sus propias iniciativas y pensamientos lógicos. Fueron impedidos de hablar la palabra en Asia, probaron en otro lugar y el Espíritu de Jesús no se lo permitió. ¡Cómo es posible! Esto no parece encajar con el mandamiento de la gran comisión.

Jesús había dicho id a todas las naciones, pero ahora impedía que entraran en ciertas regiones ¿por qué? El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Jn.3:8). El poeta dijo: se hace camino al andar. El Espíritu les impidió predicar la palabra en Asia, Misia y Bitinia, pero los encaminó a Macedonia, es decir, a Europa, y de esta manera el evangelio penetraba en el continente donde iba a ser establecido ampliamente. Andar en el Espíritu se aprende caminando con el Espíritu. No siempre tenemos la certeza plena de andar en los caminos de Dios, pero el Señor ordena nuestros pasos si vivimos en obediencia a su voluntad. Pablo lo aprendió y llegó con el evangelio a Europa.

         Podemos estar dispuestos a hablar la palabra pero aún más importante es oír lo que dice el Espíritu y seguirlo.

63 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – No imponer cargas

La vida en el Espíritu - MeditacionesEl Espíritu Santo no impone cargas

Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros mayor carga que estas cosas esenciales: que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación (Hechos 15:28-29).

El primer concilio realizado en la ciudad de Jerusalén concluyó con una carta para los hermanos gentiles que vivían en Antioquia, Siria y Cilicia, lugares donde el evangelio había penetrado en el primer viaje misionero de Pablo y Bernabé. En uno de los párrafos de la carta aparece el texto que mencionamos en nuestra meditación. La expresión hace época. La primera parte dice: «pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros». Tenemos aquí el modelo a seguir. Conocer el sentir del Espíritu Santo debe ser la prioridad máxima de todo pastor, anciano o consejo de iglesia, para luego identificarse con él y actuar en consecuencia.

Vemos la cercanía del Espíritu en los discípulos y los hermanos de la iglesia. Son plenamente conscientes de su dirección. Saben que es el Espíritu de verdad que ha venido a guiarlos a toda verdad. Reconocen su primacía para llevar adelante los conflictos que se iban presentando. El consejo no era la voluntad predominante de un líder carismático con mucha personalidad, el consejo de apóstoles y ancianos reunidos estaba sometido a la voluntad del Espíritu de Dios, vivían en comunión con el Espíritu, sabían que de ello dependía el desarrollo del plan de Dios, y no solo era teoría o doctrina fundamental de la iglesia, sino experiencia viva y real. ¿Y qué es lo que le había parecido bien al Espíritu y a ellos? «No imponeros mayor carga que estas cosas esenciales». Otra frase para enmarcar.

Ni el Espíritu de Dios ni los apóstoles estaban para poner cargas a los hermanos, sino para aliviarlos. Eso no tenía que ver con vivir una vida sin santidad, lo cual era una obviedad, sino que se trataba de no imponer cargas religiosas que hicieran más pesada la carrera cristiana y añadieran al evangelio obras como base de la aceptación de Dios. En la vida cristiana hay cosas esenciales que están claramente diseñadas en la Escritura, pero nunca son una carga impuesta desde un liderazgo controlador y jerárquico, sino desde la libertad del Espíritu y el sometimiento a su voluntad. Para ello es fundamental que la iglesia, comenzando por sus responsables, viva llena del Espíritu. Perder esta realidad conduce irremediablemente al levantamiento de un sistema religioso para sostener el edificio sin la vida de Dios, substituyéndolo con las imposiciones arbitrarias de líderes al estilo de Diótrefes y la doctrina de los nicolaítas (3 Jn.9-11) (Apc.2:6,15).

         Cuando vivimos llenos del Espíritu decimos amén a lo que le parece bien.

62 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – El primer concilio

La vida en el Espíritu - MeditacionesEl primer concilio presidido por el Espíritu

Y Dios que conoce el corazón, les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, así como también nos lo dio a nosotros; y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones (Hechos 15:8-9).

El evangelio había traspasado las fronteras de Israel y llegado a los gentiles. Lo vimos en casa de Cornelio y ahora con el primer viaje misionero de Pablo y Bernabé se amplió. Con ello vinieron los primeros desacuerdos serios a la iglesia primitiva. Se levantó un grupo muy fuerte, llamados los judaizantes, que no estaban dispuestos a aceptar la aparente simplicidad del evangelio y querían que los gentiles fueran sumergidos en la cultura y tradiciones judías. El tema del conflicto fue la circuncisión. Este grupo, aferrado a cierto contenido bíblico, quería imponer la necesidad de circuncidarse para ser salvos. Es decir, negaban el potencial del evangelio para salvar al hombre y vinculaban la salvación a la necesidad de hacerse judío mediante el rito de la circuncisión y guardar la ley de Moisés. Curiosamente la historia posterior daría la vuelta a esta postura obligando a los judíos a dejar de serlo para hacerse cristianos una vez que los gentiles fueron mayoría en la iglesia de los siglos posteriores, pero eso es otra historia, bien larga y triste.

Hubo tal discusión por este tema que Pablo y Bernabé decidieron ir a Jerusalén para tratar la cuestión con los apóstoles y ancianos. Se convocó lo que podíamos llamar el primer concilio, y después de mucho debate, se levantó el apóstol Pedro contando lo que había vivido en casa de Cornelio y que ya había comprendido perfectamente. La clave para que Pedro entendiera el gran conflicto que se había presentado en aquel momento fue ver que Dios había dado testimonio, aceptando a los gentiles, dándoles el Espíritu Santo. Es decir, la señal inequívoca de que los gentiles habían sido aceptados por Dios sin la necesidad de ser circuncidados y guardar la ley ritual y ceremonial de Moisés (no así la ley moral, plenamente vigente) era que Dios les había dado el Espíritu de la misma manera que lo habían recibido el día de Pentecostés.

Dios no había hecho ninguna distinción entre judíos y gentiles, sino que la fe había purificado los corazones de quienes habían vivido lejos de la ley de Dios. Pedro está reconociendo que en casa de Cornelio el Espíritu Santo se manifestó a los gentiles de la misma manera que a los apóstoles en el Aposento Alto. Y si Dios había dado testimonio mediante el Espíritu, sin que los gentiles fueran circuncidados, era señal evidente de que sus corazones habían sido purificados por la fe en el rey de los judíos.

         El Espíritu Santo dirigía la iglesia del primer siglo incluso cuando había posturas enfrentadas. Vivir llenos del Espíritu resuelve los desacuerdos.

61 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – Llenos de gozo y del Espíritu

La vida en el Espíritu - MeditacionesDiscípulos llenos de gozo y del Espíritu

Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo (Hechos 13:52).

La predicación del evangelio avanzaba en las regiones donde nunca había llegado la buena nueva. La estrategia de Pablo y Bernabé era ir primero a los judíos, entraban en la sinagoga y partiendo de la verdad que ya conocían y de la que eran herederos por la fe de Abraham, le predicaban a Cristo el Mesías. A esta primera etapa le seguía el endurecimiento de la mayoría de los judíos que resistían la palabra, entonces Pablo y Bernabé iban con el mensaje a los gentiles. Estos, con menos prejuicios religiosos y sin herencia bíblica, aceptaban en masa el evangelio. Así lo recogió el autor Lucas. Pero cuando los judíos vieron la muchedumbre, se llenaron de celo, y blasfemando, contradecían lo que Pablo decía. «Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valor y dijeron: Era necesario que la palabra de Dios os fuera predicada primeramente a vosotros; mas ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos lo ha mandado el Señor… Oyendo esto los gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban ordenados a vida eterna» (Hch.13:45-48).

La palabra del Señor se difundía por toda aquella región y con ella la persecución. No habremos entendido nada de la predicación del evangelio hasta que sepamos y vivamos la realidad de que a toda predicación de la verdad se le opone, más pronto o más tarde, una oposición activa de aquellos que la rechazan. Sean judíos celosos de sus tradiciones o religiosos de cualquier tipo, la predicación del evangelio siempre encuentra hostigamiento. La verdad confronta. El evangelio es impopular para los que se pierden y poder de Dios para los que se salvan.

La persecución nunca paralizaba a los discípulos, los espoleaba. Pablo y Bernabé eran un buen ejemplo de esta verdad. Así que los que recibían la palabra lo hacían en medio de gran tribulación con gozo del Espíritu (1 Tes. 1:6). ¡Vaya paradoja! No era un gozo superficial y carnal, entretenimiento y pasatiempo, no, era el gozo unido a la llenura del Espíritu Santo. Ese gozo superaba el conflicto por la oposición. Y la llenura del Espíritu seguía capacitándolos para mantenerse firmes en medio de aquella generación torcida y perversa. Los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu. ¡Continuamente! Era un gozo no circunstancial sino consustancial al vino nuevo del evangelio.

         La fuerza de la vida de Dios que contiene el evangelio supera cualquier oposición por aceptar la verdad.

60 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – La confrontación inevitable

La vida en el Espíritu - MeditacionesLa confrontación inevitable

Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él, dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo (Hechos 13:9-11).

Después de dejar el compañerismo y la comunión con los hermanos de la iglesia en Antioquia, Bernabé, Saulo y el joven Juan Marcos, se adentran en territorio hostil. Toda predicación del evangelio es una entrada al reino de las tinieblas. Muy pronto aparece la confrontación y aquellos que han pensado divertirse pasando las vacaciones evangelizando se dan cuenta que se trata de otra cosa, no es como habían imaginado. La predicación del evangelio pone a las personas cada una en su lugar, hace que aflore la naturaleza mala que todos hemos heredado y se establece una división inevitable entre los que reciben la palabra de verdad y quienes se oponen a ella.

El mejor método evangelístico es estar lleno del Espíritu Santo. Pablo lo estaba, Bernabé también, en cuánto al joven Juan Marcos no estoy tan seguro si así era en aquel momento de su vida. Llegados a una ciudad de la isla de Chipre llamada Pafos, tiene lugar la división presente en toda predicación genuina: los que quieren oír la palabra y aquellos que se oponen a ella. El procónsul Sergio Paulo deseaba oír la palabra de Dios, pero el mago y falso profeta que tenía cierta influencia sobre la autoridad romana se opuso, tal vez intuyendo malévolamente los cambios que tendrían lugar en la ciudad alejado de sus intereses.

Entonces Saulo, a quién desde este momento se le cambia el nombre por el de Pablo, lleno del Espíritu Santo y fijando la mirada en el falso profeta le conmina de la siguiente manera (no pierdas detalle del vocabulario del apóstol porque nuestra semántica y eufemismos actuales pretenden diluir una parte del mensaje y edulcorarlo): Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. ¡Dios mío, que falta de tacto de Pablo! ¡Qué lenguaje más violento! dirán algunos. Sin embargo, Pablo estaba lleno del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, que se opone al engaño y la mentira, y a quienes tuercen los caminos del Señor. El impacto de sus palabras fue tan fuerte que el procónsul creyó maravillado de la doctrina del Señor.

         El Espíritu Santo en nosotros nos impele a confrontar la mentira y el error si somos de la verdad.

59 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – Enviados por el Espíritu

La vida en el Espíritu - MeditacionesEnviados por el Espíritu a la obra misionera

Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre (Hechos 13:3-4).

Es importante detenerse en este episodio de la iglesia en Antioquia porque supone el inicio de la gran comisión a un nivel que nunca antes se había producido. Aunque parezca una obviedad, es necesario decir que es el Espíritu Santo quien tomó la iniciativa, no un comité de expertos. Escoge a los mejores de la iglesia para enviarlos a una obra gigantesca. Los hermanos congregados en aquella reunión de ministración al Señor oraron, ayunaron e impusieron las manos sobre Pablo y Bernabé y los enviaron; quiere decir, quedaron unidos a ellos en todos los sentidos prácticos, materiales y espirituales para que realizaran la obra.

Luego, inmediatamente, dice el texto: «Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo». Una simbiosis indiscutible entre los hombres maduros de la iglesia, profetas y maestros, y el Espíritu de Dios. Ambos trabajando juntos en el avance del reino a otras naciones. Una vez más se cumple lo que había enseñado Jesús a los suyos: «Cuando venga el Consolador… el Espíritu de verdad… el dará testimonio de mí, y vosotros daréis testimonio también…» (Jn.15:26,27).

La obra es de Dios de principio a fin que aparta hombres y los envía a realizar el trabajo. Lo que predominaba en la congregación antioqueña debe ser el manual de todas las congregaciones que pretenden ser obedientes al texto bíblico. Hagamos un resumen de todo ello.

En Antioquia había profetas y maestros; ministraban al Señor juntos como responsables de la grey; tenían oído para saber lo que el Espíritu decía; aceptaron su veredicto: apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. Mantenían una vida de oración y ayuno como parte esencial de la dinámica de la iglesia. Creían en la imposición de manos para enviar misioneros y quedar unidos a la misión aunque la mayoría de ellos continuaron en la ciudad. Reconocieron y no se opusieron a la voluntad del Espíritu que escogió soberanamente a los futuros apóstoles. Quedaron unidos a Bernabé y Pablo de tal forma que una y otra vez regresaron a la congregación para dar cuenta e informar de la obra realizada (Hch.14:25-28). La iglesia en Antioquia sigue siendo un buen modelo para todas las iglesias con vocación misionera.

         El evangelio se extendió por todo el Mediterráneo desde la congregación de Antioquia de Siria, originada por un puñado de discípulos anónimos, que obedientes al impulso del Espíritu hablaron también a los griegos.

58 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – La iglesia en Antioquia (3)

La vida en el Espíritu - MeditacionesLa iglesia en Antioquia de Siria (III)

En la iglesia que estaba en Antioquia había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Níger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado (Hechos 13:1-2).

Después de más de un año enseñando y discipulando a las multitudes una reunión de ministración al Señor fue el detonante para que la influencia de la congregación en Antioquia se consolidara como pionera en las misiones. Cuando digo congregación no pienso en iglesia establecida institucionalmente, sino en personas guiadas por el Espíritu. La iglesia no es un ente abstracto, es una congregación de discípulos y hermanos que, dirigidos por el Espíritu de Dios y los dones distribuidos a los diversos miembros del Cuerpo de Cristo, toman decisiones sometidos a la voluntad del Señor de la grey.

Meditemos. En Antioquia había un gobierno de iglesia plural, aunque Bernabé ocupaba lugar destacado por su trayectoria habiendo sido enviado por la iglesia de Jerusalén (y debemos suponer que supervisaban el desarrollo de la congregación en la ciudad de Siria), con distintos dones ministeriales. Se nos dice que había profetas y maestros y se les identifica por nombre, aunque la iglesia comenzó con un puñado de hermanos que predicaron a los griegos y no solo a judíos.

Al parecer este liderazgo plural tenía una reunión de ministración, pero no para impresionar a las masas con imposición de manos interminables, sino para ministrar al Señor. Estaban delante del Señor. Su objetivo era el trono de Dios, de donde sabían que viene la dirección necesaria para poder llevar adelante sus propósitos. Y estando en ese tiempo sobrenatural, ayunando, el Espíritu Santo emitió un mensaje de que se apartara a dos de las personas que estaban presentes, Bernabé y Saulo, para ser enviados a la obra que el Espíritu de Dios los había llamado.

No fue un comité ejecutivo «encorbatado», con canas sin fin y un semblante serio y controlador; fue el Espíritu Santo quién tomó la iniciativa de la obra misionera. Este es el origen de las misiones con el evangelio a todas las naciones. El Espíritu Santo estaba recordando lo que Jesús había dicho (Mt.28:18-20) (Hch.1:8) y que los hermanos en Jerusalén parece que habían olvidado; hasta que la persecución por la muerte de Esteban reactivó la gran comisión. Una vez más vemos que la obra del Espíritu es recordar las directrices del Maestro y Señor.

         El Espíritu Santo es quién toma la iniciativa de la obra misionera enviando a aquellos que han sido apartados por Dios para realizarla.

57 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – La iglesia en Antioquia (2)

La vida en el Espíritu - MeditacionesLa iglesia en Antioquia de Siria (II)

Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio (Hechos 11:28).

El evangelio se extendía fuera de las fronteras de Jerusalén. Nos encontramos en Antioquia de Siria, una ciudad muy importante de la época, al norte de Israel. Las congregaciones que iban surgiendo tenían un fuerte componente carismático, es decir, estaba muy presente el que los hombres y mujeres que anunciaban el evangelio fueran personas llenas del Espíritu, incluso hombres y mujeres sin renombre, sencillos, anónimos, este fue el caso de la nueva congregación surgida en Antioquia.

El fluir del Espíritu en la vida de los hermanos era lo normal. Las manifestaciones espirituales acompañaban la predicación y confirmaban la proclamación del evangelio. A nadie se le ocurría oponerse sino que trabajaban en compañía del Espíritu de manera natural dentro de lo sobrenatural.

Bernabé y Saulo se congregaron durante todo un año con los hermanos de Antioquia y enseñaban a las multitudes, lo cual quiere decir que el crecimiento fue asombroso en poco tiempo. Surgieron muchos discípulos y a estos se les llamó cristianos por primera vez en esta ciudad de Siria. Europa aún no sabía nada del evangelio. Fue en Oriente Medio donde surgió el mensaje que alcanzaría a todo el mundo y transformaría la historia de la humanidad para siempre; no debemos olvidarlo.

Por aquel tiempo llegaron un grupo de profetas de Jerusalén a Antioquia, lo cual nos muestra una vez más el componente pneumático de las primeras congregaciones. Y entre ellos había uno llamado Agabo que daba a entender por el Espíritu que vendría una crisis mundial que provocaría hambre en toda la tierra. La congregación siriaca tomó buena nota de ello, aceptó y recibió el mensaje del profeta Agabo tomando decisiones prácticas para ayudar a los hermanos de Judea, donde parece que el hambre fue mayor.

Recordemos que la iglesia de Jerusalén que había tenido todas las cosas en común durante un tiempo y a nadie le faltaba nada, ahora se iban a encontrar en necesidad y fueron los hermanos de otros lugares quienes tomaron la iniciativa de ayudarlos. Surgió así la reciprocidad que produce el evangelio. Los hermanos de Judea habían llevado la buena nueva, siendo beneficiados de las bendiciones espirituales, y ahora los hermanos de Antioquia, en mejor condición económica, ayudaron a sus hermanos de la capital judía.

         La vida en el Espíritu anticipa dificultades económicas para tomar medidas prácticas que puedan paliarlas lo mejor posible.

56 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – La iglesia en Antioquia (1)

La vida en el Espíritu - MeditacionesLa iglesia en Antioquia de Siria (I)

… porque era un hombre bueno [Bernabé], y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. Y Bernabé salió rumbo a Tarso para buscar a Saulo; y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquia. (Hechos 11:24-26).

La persecución desatada a la muerte de Esteban hizo posible que el evangelio se extendiera más allá de Jerusalén. De esta forma llegaron a Antioquia hermanos que predicaban la palabra pero solo lo hacían a los judíos. Pero hubo algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, que al llegar a esta importante ciudad siria, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús. Ni siquiera se mencionan sus nombres, eran hermanos anónimos, pero la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. Una vez más la noticia llegó a oídos de la iglesia en Jerusalén, tomando la decisión de enviar a Bernabé para ver que ocurría en Antioquia.

Meditemos. La persecución desatada a la muerte de Esteban dispersó a los creyentes de Jerusalén que llevaron la palabra a nuevas ciudades. Aún prevalecía la idea de predicar solo a judíos, pero hubo algunos «innovadores y emprendedores» que decidieron predicar también a los griegos. La sorpresa fue que el Señor confirmó ese testimonio y muchos se convirtieron. De esta forma surgió la iglesia en Antioquia de Siria, una iglesia clave en la extensión del evangelio en el primer siglo. Al poco tiempo apareció Bernabé, enviado por la iglesia de Jerusalén, un hombre bueno, dice el texto bíblico, lleno del Espíritu Santo y de fe.

Fíjate que cuando la iglesia tiene que enviar hermanos a realizar una misión siempre envía a personas llenas del Espíritu, esa es la señal de identidad básica y fundamental. Cuando llegó Bernabé a Antioquia y vio lo que estaba ocurriendo entendió que la gracia de Dios estaba derramada ampliamente; se regocijó y animó a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor. Luego salió para Tarso a buscar a Saulo, y ambos se afincaron por un tiempo en  la nueva congregación surgida en la provincia de Siria.

Aquí tenemos el origen de una iglesia misionera. Me llama la atención que fue fundada por creyentes anónimos que aceptaron la tutela de la iglesia de Jerusalén, se sometieron al buen hacer de Bernabé, hombre lleno del Espíritu, y que junto con Saulo y otros formarían un núcleo maduro y sólido en la fe para llevar el evangelio a otras naciones. Había un denominador común en las congregaciones que iban surgiendo en el primer siglo, todas ellas tenían un componente carismático muy marcado, dependían claramente del Espíritu.

         La congregación de Antioquia surgió por la obediencia de un puñado de hermanos con una visión no exclusivista ni partidista del evangelio.

55 – LA VIDA EN EL ESPÍRITU – Reproches y explicaciones (2)

La vida en el Espíritu - MeditacionesReproches y explicaciones de Pedro (II)

Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios? Y al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida  (Hechos 11:17-18).

Recordemos la secuencia. Pedro está dando explicaciones a un grupo de hermanos judíos de la congregación de Jerusalén que eran celosos de la circuncisión y todo lo que ello significaba, una de ellas era que un judío no podía entrar a comer con gentiles, y Pedro lo había hecho. El apóstol, como buen judío y conocedor de los argumentos que presentaban sus hermanos, así como los prejuicios que él mismo había tenido cuando tuvo el éxtasis en el que se le pedía que comiera animales inmundos, se dispuso a dar las explicaciones oportunas, contando todo el suceso en su desarrollo. ¡Qué buena manera de tratar un asunto complejo y sensible para la mentalidad de la época!

Pues bien, el argumento de mayor peso que presentó el apóstol fue que Dios había dado su aprobación derramando el Espíritu Santo de la misma forma en que ellos mismos lo habían experimentado el día de Pentecostés, incluidos los celosos guardadores de la circuncisión. «Si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para estorbar a Dios?».

De lo que podemos deducir que en otras ocasiones el hombre religioso sí puede ser un estorbo para Dios. En este caso Pedro no lo fue, se retiró a un lado y dejó obrar a Dios. Y no solo él, sino que los mismos judíos que habían comenzado reprochándole su entrada en aquella casa de gentiles se rendían a la evidencia y se calmaron, glorificaron a Dios y exclamaron lo que aún no había entrado en sus mentes exclusivistas: «Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida». Fin de la discusión. Aceptaron el testimonio del Espíritu Santo en la vida de los gentiles.

Meditemos. Estos hermanos, celosos de sus doctrinas y tradiciones, se sujetaron al Espíritu de Dios. Además comprendieron que la obra del Espíritu Santo incluía el arrepentimiento para vida. Por tanto, el primer episodio de penetración del evangelio a los gentiles quedó aceptado en la congregación de Jerusalén.

         Si el Espíritu de Dios dirige la iglesia y sometemos nuestras tradiciones a su autoridad tendremos avances del reino de Dios en las naciones.