Algunas cosas prácticas antes de comenzar
Estas meditaciones no pretenden ser un estudio exhaustivo acerca del hombre. Tampoco un estudio teológico denso o académico. No es mi estilo y no estoy capacitado para ello. Pretendo examinar listas diversas que aparecen en las Escrituras sobre la naturaleza del hombre y sus actos. En la Biblia se habla del carácter de los hombres en los últimos tiempos, (esta será nuestra primera serie). Vemos al hombre en su estado primigenio, antes de la caída, luego encontramos la historia de la familia luchando en un medio que se le ha vuelto hostil por el pecado. Aparece la degeneración de la naturaleza pecaminosa en un recorrido vertiginoso hacia su propia destrucción. La lucha por la supervivencia, los intereses enfrentados, la familia y su complejidad. Vemos la construcción de ciudades y naciones, culturas, cultos, costumbres, tradiciones, pasiones y deseos, conquistas y muerte. Encontramos a hombres de gran integridad y otros sumidos en la impiedad. Ejemplos de entrega y sacrificio, así como luchas fratricidas, traiciones y desengaños. Al justo sufriendo y al impío dominando. En definitiva, todo un arsenal de pasiones en todas las direcciones posibles.
Por todo ello, he pensado dividirlo en varias series que vistas en su conjunto nos darán una aproximación al ser humano tal como lo vemos en las Escrituras. Comenzaremos nuestro recorrido con la lista que el apóstol Pablo hace del carácter de los hombres en los últimos tiempos en 2 Timoteo. Luego veremos el carácter de los hombres de Dios que encontramos en la misma carta de Pablo a Timoteo. Más adelante veremos otras series como: el hombre antes y después de la caída en pecado, la redención, la santificación, la lucha interior, la vida en el Espíritu y el hombre glorificado. Todo ello a través de meditaciones breves, de una página, que puedan servir como introducción para un estudio más profundo. Es como un pequeño compendio teológico práctico.
He usado la Biblia de las Américas para el texto base. La he combinado en diversos momentos con la Biblia Reina Valera 60. Usaremos ambas traducciones alternativamente en nuestro recorrido.
Introducción
¿Qué es el hombre?
El misterio del ser humano sigue encubierto en una bruma que lo oculta. El sello de la creación de Dios cobra un nivel insospechado cuando vemos que, introducido el pecado en el mundo por el hombre, el mismo Dios Todopoderoso toma la iniciativa de rescatarle de sí mismo y encarnarse para redimirle. ¿Por qué? ¿Qué importancia y trascendencia le ha dado el Creador al hombre para preocuparse tanto por él? Las Escrituras tienen mucho que decir sobre todo ello. En realidad podríamos señalar que la Biblia es el relato de cómo Dios se revela en la tierra para recuperar y reorientar el propósito de la vida del ser humano. Para mí no hay ningún manual de antropología más profundo y exhaustivo que el contenido bíblico. La filosofía, etnografía, psicología o sociología intentan responder a los enigmas que rodean al hombre, alivian en algunos casos la frustración de la existencia humana, pero la profundidad y trascendencia revelada en las Escrituras logra dar una respuesta −la mejor respuesta− a los grandes misterios del hombre. Por ello, serán las Escrituras las que nos guiarán en este recorrido que queremos hacer alrededor de la pregunta que nos ocupa.
Es una pregunta que emana del mismo Libro. El salmista, una vez visualizado el entorno impresionante en el que se mueve, reflexiona: «Cuando veo los cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies…» (Salmos 8:3-6 RV60). También el patriarca Job, hombre justo, temeroso de Dios y apartado del mal, se pregunta: «¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas, para que te preocupes por él, para que lo examines cada mañana, y a cada momento lo pongas a prueba? (Job 7:17 LBLA). Se nos dice en las mismas páginas que la vida del hombre es vanidad, es como la niebla y la hierba que aparecen temprano y pronto desaparecen. Frágil y efímera (Salmos 39:4). Sin embargo, Dios ha puesto eternidad en el corazón del hombre. Le ama. Le busca. Se revela a él. Envía a su Hijo para rescatarlo y devolverle la vida que perdió en los orígenes de su existencia.
Por su parte, nuestra sociedad actual ha levantado una gran idolatría alrededor del hombre, la conocemos como Humanismo. Cuando falta la revelación los pueblos se centran en lo que tienen delante de sus ojos. No ven más allá de sus narices, sus intereses y sus necesidades. Lo que haremos en esta serie de meditaciones es adentrarnos en la inmensidad de la revelación de Dios acerca del hombre, y lo haremos basados en el Libro de instrucciones que hemos recibido, el más completo manual para la vida y la muerte. Aunque parezca un desafío hercúleo, lo encaramos con sencillez, sin pretender conocer todos los misterios ni tampoco resolverlos, pero sí examinando al hombre en sus obras, su carácter, su caída y restauración, sus luces y sombras. Buscaremos respuestas en la sabiduría del Eterno, «sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado el rey de gloria» (1 Corintios 2:7,8).
Debemos resaltar que cuando la Biblia habla de Adán, el primer ser humano, está incluida la mujer, puesto que de él fue tomada. Por tanto, no caeremos en la insensatez machista/feminista de tener que nombrar a ellos y ellas continuamente, porque entendemos que en el término hombre está incluido la mujer, y esto sin fobias de género partidistas. En definitiva, un recorrido por la revelación de Dios que encontramos en las Sagradas Escrituras, la Biblia, para tratar de encontrar respuestas a los interrogantes sobre la naturaleza y carácter del hombre. ¿Qué es el hombre?