Taller de oración – 17

Tiempo de Oración

ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.

Orando con Habacuc: «Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en el Dios de mi salvación» (Habacuc 3:17,18 LBLA).

         Dios Todopoderoso, nuestra esperanza no son los recursos materiales, ni tan siquiera la provisión de cada día, que generosamente has provisto a las naciones; nuestra esperanza y gozo eres tú.

         Padre, nos ha azotado una crisis económica devastadora como lo fue en los días de José en Egipto. Una escasez de trabajo que ha significado para muchos tener que emigrar a otros países, como tuvo que hacerlo la familia de Elimelec y Noemí a Moab. Hemos sido turbados, Señor, por habernos alejado de tu ley, y haber dado lugar a la soberbia y la autosuficiencia.

         Señor, como en los días de los Jueces, hemos hecho lo que bien nos ha parecido, corrompiendo los principios de equidad que has establecido para que la justicia se extienda entre los pueblos, y nos alejemos de la avaricia y la codicia.

Hemos sufrido, Dios nuestro, el azote de las empresas que han tenido que cerrar, y ver cómo han desaparecido muchos puestos de trabajo con el consiguiente drama familiar. Hemos visto como las expectativas laborales se han reducido a cero. La economía se ha estancado, y no sabemos si tendremos lo suficiente para dar de comer a nuestros hijos. Los ahorros se han extinguido, y no sabemos cómo afrontar el día de mañana.

         A pesar de todo, amado Señor, nos gozamos en ti, nos alegramos en ti, porque tú eres nuestra salvación. Eres el Dios de toda esperanza y consolación [1]. Nuestros ojos se vuelven a ti. Oramos por nuestros gobernantes, causantes en muchos casos del latrocinio cometido, para que nos des hombres y mujeres llenos del aceite divino, la sabiduría de lo alto, y el temor de Dios en sus corazones.

         Padre amado, nos gozamos con Habacuc en medio de las aflicciones presentes. Sabemos que en ti está el poder de la resurrección para volver a dar vida a aquello que murió; por tanto, en ti esperaremos el día de nuestra redención.

         Está escrito que el gozo del Señor es nuestra fortaleza [2]. Que debemos regocijarnos siempre en ti [3]. Que tú eres nuestro refugio; por tanto, confiamos que Israel volverá a reverdecer en su tierra, y que todas las naciones volverán a ser bendecidas por el Mesías que ha de volver.

         Gracias por tu cuidado en medio de la aflicción. Gracias, Señor, por guardarnos y hacer más de lo que pedimos y entendemos, según el poder que actúa en nosotros [4]. Oramos por España y las familias que sufren hoy. Venga tu reino y hágase tu voluntad, ahora y siempre, en el nombre de Jesús. Amén.

Notas:

[1] – Romanos 15:4,5

[2] – Nehemías 8:10

[3] – Filipenses 4:4

[4] – Efesios 3:20

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Un comentario sobre “Taller de oración – 17

  1. Amén. . . . .Siempre es oportuno orar en la perspectiva de Dios, sabiendo que en medio de las aflicciones y necesidades el Señor nunca nos abandonará, más bien nos dará fuerza y gozo para seguir adelante . . . . . Bendiciones .