Taller de oración – 8 (bis)

Tiempo de Oración

ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.

El modelo de oración de Jesús.

Vosotros oraréis así: «… porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén » (Mateo 6:13)

         Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre… porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por los siglos de los siglos.

Alabado sea tu nombre Dios Todopoderoso, porque tuyo es

         Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo [1]. Siempre han sido tuyos. Lo siguen siendo hoy aunque al presente veamos usurpadores enseñoreándose de lo que no les pertenece como ladrones y salteadores [2].

           Alabamos tu nombre Señor porque tuyo es el reino. Eres Rey de reyes y Señor de señores, tienes toda autoridad en el cielo y en la tierra [3], y toda rodilla se doblará ante ti [4], porque has recibido un nombre que es sobre todo nombre [5].

         Glorificamos tu nombre porque tuyo es el poder. Eres el Todopoderoso, el que es y que eras, y el que ha de venir, el Todopoderoso [6]. Señor, eres digno de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tu creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas [7]. Te glorificamos como el único Dios, y te damos gracias por tu misericordia para con los hijos de los hombres.

         Exaltamos tu nombre, oh Dios nuestro, porque tuya es la gloria. La gloria verdadera proviene de ti. Eres excelso, majestuoso, en tu templo todo proclama tu gloria. Eres el Eterno, Inmortal, Invisible, el Rey de los siglos, el único y sabio Dios [8], Creador de todas las cosas; has puesto tu gloria sobre tu creación y nosotros te exaltamos y adoramos en Espíritu y en verdad.

      Te damos gracias Señor, Dios del cielo y de la tierra, porque nos has hecho copartícipes de tu reino, tu poder y tu gloria. A Israel y a todos los redimidos por la sangre del Cordero. Tu reino de justicia, paz y gozo [9]. Tu poder para predicar el evangelio en la potencia del Espíritu Santo [10] y la esperanza de gloria que nos has dado en Cristo; Él es en nosotros la esperanza de gloria [11].

         Padre bueno, los pueblos se levantan y piensan cosas vanas contra el Señor y su ungido [12]. Los impíos de la tierra producen padecimientos sobre tu pueblo por un poco de tiempo, si es necesario, como está escrito, padecer por un poco de tiempo [13], para luego alcanzar la gloria eterna a la que hemos sido llamados en Jesucristo [14]. Tú nos perfeccionarás. Tú nos afirmarás. Tú nos fortalecerás y Tú nos establecerás.

A ti sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos [15], porque tuyo es el reino, el poder y la gloria. Amén.

[1] – Apocalipsis 11:15

[2] – Juan 10:8

[3] – Mateo 28:18

[4] – Filipenses 2:10

[5] – Filipenses 2:9

[6] – Apocalipsis 1:8

[7] – Apocalipsis 4:11

[8] – 1 Timoteo 1:17

[9] – Romanos 14:17

[10] – Hechos 1:8

[11] – Colosenses 1:17

[12] – Salmos 2:1,2

[13] – 1 Pedro 5:10

[14] – 1 Pedro 1:5

[15] – 1 Pedro 5:11

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