Taller de oración – 56 (Covid-19) – Los periodistas

ESCUELA DE ORACIÓN

Taller de oración – 56 (Covid-19)

Orando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

  • Los periodistas

«Líbrame, Señor, del hombre malo; guárdame de hombres violentos, los cuales maquinan males en su corazón, cada día urden contiendas. Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios… Líbrame de hombres injuriosos, que han pensado trastornar mis pasos. Me han escondido lazo y cuerdas de soberbios…Escucha, Señor, la voz de mis ruegos… potente salvador mío… No concedas, oh Señor, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca» (Salmos 140:1-8).

Padre celestial, hoy queremos orar con el salmista pidiendo que nos libres, en este tiempo de oscuridad, del mensaje de aquellos periodistas que con sus mentiras y manipulaciones no traen ningún provecho a nuestro pueblo (Jeremías 23:32).

Oh Dios nuestro, vemos con preocupación como muchos propagadores de noticias están vendidos a la mentira y falta de honestidad en sus mensajes produciendo desinformación nociva que agrava aún más el dolor defendiendo al impío y juzgando al justo.

Líbranos, Señor, de estos hombres violentos en su hablar, los cuales maquinan el mal en sus corazones, urden contiendas todo el día sirviendo al poder corrupto de muchos gobernantes. Aguzan su lengua como la serpiente, hay veneno debajo de sus labios inflamados por el infierno (Santiago 3:6). Líbranos, Señor, de estos hombres injuriosos, que han pensado trastornar el camino de este pueblo escondiendo lazos y cuerdas con soberbia.

Padre, escucha nuestro clamor, Salvador nuestro, no concedas al impío sus deseos, ni saques adelante sus pensamientos y razonamientos altivos que se levantan contra ti (2 Corintios 10:5) para que no se enorgullezcan. Oramos por los que aman la información veraz que con valentía sirven a la justicia y la libertad. Que estas piedras no callen (Lucas 19:40) y su voz aliente a la nación consolándola y exponiendo el predominio de quienes abusan del poder que les ha sido delegado. Mientras tanto, oh Dios de nuestra salvación, tus hijos tomamos el incensario de nuestras oraciones para que cese la mortandad en el pueblo (Números 16:46,47) mediante la expiación que ya fue realizada en el monte de Calvario. Amén.

Taller de oración – 55 (Covid-19) – Los sanitarios

ESCUELA DE ORACIÓNTaller de oración – 55 (Covid-19)

Orando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

  • Los sanitarios

«Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos… Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios» (Marcos 10:45; 1 Pedro 4:10).

Padre nuestro, te damos las gracias por tu Hijo, el Siervo de YHVH, Aquel que has enviado para dar su vida en rescate por muchos mostrándonos el ejemplo para que sigamos sus pisadas.

Hoy queremos presentar delante de ti a todas las personas que están sirviendo en los hospitales y residencias de ancianos. Aquellos que están exponiendo sus vidas para servir a los enfermos del virus y otras dolencias. Padre, guárdalos, protégelos y úsalos para tu gloria y honra en favor de tantos miles de personas afectadas por esta plaga. Protégelos, Señor, de ser contaminados; levanta una barrera de inmunidad alrededor de ellos. Que puedan tener también la protección necesaria en forma de materiales adecuados para realizar su labor sin exponerse al contagio.

Oh Dios de Israel, cuida de sus familias también. Guárdalas de ser contagiadas. Dales las fuerzas para resistir esta batalla sin tregua. Bendice el trabajo de sus manos para que sigan saliendo de los hospitales y centros de atención médica muchas más personas sanadas y limpias del coronavirus.

Ayuda, Señor, a las autoridades sanitarias para tomar las medidas adecuadas en cada momento; que la sabiduría y el discernimiento certero les guie al tomar cada decisión en favor de todos. Imploramos, oh Dios, por aquellos que trabajan en la elaboración de los medicamentos y vacunas que responda a esta pandemia. Está escrito, Señor, que después del castigo que azota a las naciones enseñarás al hombre la ciencia (Salmos 94:10). Te lo pedimos en el glorioso nombre de Aquel que vino a servir y dar su vida por nosotros. Amén.

Taller de oración – 54 (Covid-19) – La economia

ESCUELA DE ORACIÓNOrando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«… He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece… Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria…Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos… a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada… Pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros… sino que trabajando con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros…Porque oímos que algunos… andan desordenadamente, no trabajando en nada… Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo… El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy» (Fil.4:11-19; 1 Tes.4:11,12; 2 Tes.3:7-11; 2 Tim.6:8-10; Mt.6:11).

Nuestro amado Padre celestial, hoy queremos traer ante ti la preocupación por las consecuencias económicas que se derivan de esta pandemia mundial. Somos conscientes, Señor, que habrá una crisis mundial sobre la economía de las naciones, que a su vez producirá falta de trabajo con las consecuencias sociales sobre las familias.

Reconocemos, oh Dios, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades en muchas ocasiones; que la codicia por enriquecernos fácilmente nos ha llevado a lazos y caídas que han hundido muchos hogares. Enséñanos el contentamiento, para que teniendo sustento y abrigo estemos contentos y agradecidos, que podamos trabajar con tranquilidad y poder compartir con el que tiene necesidad.

Pedimos, Señor, por las empresas de nuestro país, por los autónomos y las pymes, para que puedan seguir creando riqueza suficiente para nuestras necesidades. Vemos en ello la respuesta a tu voluntad de suplir lo que nos falta, que trabajando con diligencia podamos contribuir al bienestar de nuestras familias y la sociedad en general. Pedimos, Señor, que se puedan recoger las cosechas de la agricultura que están pendientes de hacerlo ahora.

Padre, que los tiempos previsibles de escasez y necesidad que nos esperan podamos atravesarlos confiados en la fortaleza interna que nos da la vida poderosa de Cristo en nosotros. Confiados en tu provisión. Que podamos ocuparnos en nuestros negocios y trabajar con nuestras manos conduciéndonos honradamente sin tener necesidad de nada. Líbranos de vivir desordenadamente. Permítenos trabajar para no caer en ociosidad, escasez y hambre. Líbranos, Señor, de los especuladores y codiciosos que solo piensan en sí mismos, y permite que las leyes necesarias promuevan una economía adecuada sin caer en deudas insoportables, impuestos abusivos, y una inflación que destruya el bienestar.

Padre, ante ti elevamos nuestra súplica. Guía a nuestros gobernantes para que gobiernen con equidad y justicia para todos. Bendice a los empresarios y trabajadores. Danos contentamiento en estos tiempos tumultuosos e inciertos.

Tu pueblo y tus hijos procuramos la paz de la ciudad y el país donde hemos nacido o hemos sido transportados, rogamos por ella ante tu trono, porque en su paz tendremos nosotros paz (Jer.29:7). Cómo Jesús nos enseñó a orar: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Amén.

Taller de oración – 53 (Covid-19) – Los ancianos

ESCUELA DE ORACIÓNOrando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«Dios mío, líbrame de la mano del impío… En ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó… No me dejes en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares… Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud… Aún en la vejez y en las canas, oh Dios, no me desampares… Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme» (Salmos 71:4-21).

Padre eterno, hoy traemos ante ti a la generación de nuestros padres. Aquellos que entregaron sus vidas para sacar adelante las nuestras. Los que en estos días están siendo presa fácil de la epidemia que nos ha invadido. Quienes están siendo menospreciados y rechazados por algunas autoridades y hospitales para dejar su cama en favor de enfermos supuestamente más útiles a la sociedad actual.

Padre, te pedimos perdón por esta iniquidad y rechazamos esas medidas inicuas que pretenden decidir quién vive y quién muere. Ayúdanos para que haya recursos para todos ellos.

Tú, Señor, fuiste quien sacó a nuestros padres del vientre materno y los has sustentado hasta el día de hoy; por ello te pedimos que no los dejes ahora en el tiempo de su vejez, cuando sus fuerzas decaen; no los desampares en esta hora, oh Dios.

Tú les has hecho ver muchas angustias y males a lo largo de su vida. Fueron ellos quienes sufrieron la postguerra española en los años 40; soportaron tiempos de gran penuria y miseria en nuestro país; sacaron adelante, con gran esfuerzo y abnegación, familias numerosas que luego formaron la base de nuestra sociedad actual de bienestar y comodidad. Padre mío, queremos honrarlos delante de ti y por ello te pedimos con todo nuestro corazón que vuelvas a darles vida y vigor, los levantes ante tus ojos aumentando su grandeza, y el consuelo divino vuelva a sustentarlos en tu misericordia.

En cuanto a nosotros, oh Dios, la generación que ha seguido a la de nuestros padres y abuelos, perdónanos el egoísmo y la ingratitud que en muchos casos hemos mostrado hacia nuestros mayores, y concédenos el arrepentimiento de obras muertas para servirte el tiempo que nos queda entregados a tu voluntad buena, agradable y perfecta. En el glorioso nombre de Yeshúa. Amén.

Taller de oración – 52 (Covid-19) – La iglesia

ESCUELA DE ORACIÓNOrando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien» (1 Pedro 4:17-19).

Padre amado, hoy queremos volver la mirada sobre nosotros mismos, sobre tu pueblo, la congregación que has redimido, los que primeramente sacaste de Egipto con mano poderosa, y a quienes nos has rescatado del presente siglo malo mediante el Mesías Redentor.

Señor y Dios, tu presencia estuvo en Silo y el juicio cayó sobre aquel lugar corrompido, luego sobre la casa que mandaste construir en Jerusalén también fue arrasada en varias ocasiones hasta hoy; y nosotros hemos venido a ser tu casa, morada de Dios, templo del Dios vivo, y debemos reconocer que hemos pecado también, como nuestros padres.

Oh Dios nuestro, hemos caído en decadencia y apostasía de la fe. La tibieza nos ha inundado desde hace mucho tiempo. La permisividad ha entrado en tu templo y lo ha contaminado con inmundicia de carne y espíritu (2 Cor.7:1) por la influencia de la idolatría que nos rodea. Hemos abrazado el liberalismo que ha diluido la fuerza de la verdad, ha disipado gran parte de nuestra fortaleza y disuelto nuestra firmeza en la fe. Hemos abrazado y creído a falsos profetas que nos han engañado con sueños mentirosos y lisonjas, haciéndonos errar y sin ser de ningún provecho para este pueblo. Nos hemos entregado a nuestra realización personal. La vanidad y la diversión han sido nuestro mayor deseo.

Gran parte de nuestros líderes no han estado a la altura deseada para guiar al pueblo por camino de verdad. Muchos de ellos se han plegado al hechizo y fascinación del poder y sus prebendas. Tu pueblo ha sido desamparado y disperso como ovejas sin pastor.

Por todo ello, Padre Eterno, nos volvemos a ti en medio del juicio sobre tu casa para que nos depures y restaures, podamos entender nuestros propios errores, librados de los que nos son ocultos; para que nos preserves de las soberbias que tan fácilmente se enseñorean de nosotros; ser íntegros y limpios de gran rebelión; y que sean gratos los dichos de nuestra boca y la meditación de nuestros corazones delante de ti (Salmos 19:12-14).

Finalmente, Señor, recordamos las palabras del apóstol para que en esta hora de padecimiento global, según tu voluntad, encomendamos nuestras almas al fiel Creador y Sustentador de todas las cosas haciendo el bien. Amén.

Taller de oración – 51 (Covid-19) – Gobernantes

ESCUELA DE ORACIÓN

Orando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad…» (Proverbios 11:14)

Padre celestial, ante esta epidemia que estamos padeciendo vemos que las personas que nos dirigen en España no están a la altura de la necesidad que apremia. Percibimos con dolor la falta de sabiduría de nuestros gobernantes y por ello elevamos a ti nuestro clamor una vez más.

Necesitamos a los mejores hombres y mujeres en los puestos de responsabilidad, personas capacitadas para dirigir y proveer de los medios necesarios que están necesitando nuestros médicos y enfermeras. Padre, no nos dejes en manos de inexpertos sin experiencia que agravan la situación con soberbia y altivez sin pedir ni aceptar otros consejeros.

Está escrito, Señor, que como resultado de nuestro pecado tu juicio pondrá jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores (Isaías 3:4). De tal manera que los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él… así los que guían nos engañan, y tuercen el curso de nuestros caminos (Isaías 3:12). Por todo ello, oh Dios, levantamos ante ti nuestra petición para librarnos, redimirnos, perdonarnos y restaurarnos con nuevos consejeros. Hombres rectos, temerosos de Dios y apartados del mal para que el pueblo se alegre (Proverbios 29:2).

No tenemos a dónde acudir, por ello, venimos ante ti, Rey del Universo, que tienes en tu mano la vida de todos los hombres, para darnos gobernantes dignos y honestos, y que nuestro pueblo, herido y muriendo, sea guardado y librado de esta plaga mortal. ¡Ayúdanos, Señor! ¡Socórrenos! ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Amén.

Nota: En estos momentos tenemos en España un presidente ateo confeso (Sánchez); y un vicepresidente antisemita (Iglesias).

Taller de oración – 50 (Covid-19) – Desamparados

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Orando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«El Señor es mi pastor… Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor… Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros…» (Sal.23 y Mt.9:36-38)

Padre nuestro, queremos agradecerte que seas nuestro pastor y guía de quienes hemos puesto nuestras vidas al cuidado tuyo. Tú eres nuestro Pastor, el que nos pastorea incluso en medio del valle de sombra de muerte, para que podamos superar nuestros temores y vivamos confiados en tu bondad y misericordia.

Por otro lado, Señor, vemos nuestra nación sin pastor, sin guía, entregada al desamparo y la dispersión; anegados en la confusión y la incertidumbre que ha llegado a todos los gobernantes, que en su soberbia han rechazado tu cuidado y protección, entregándose al engaño de sus corazones altivos.

Por ello, alzamos nuestra voz al cielo, al trono de tu gracia, en favor de las naciones de la tierra que hoy viven entregadas a la confusión, consecuencia de la gran Babel que han querido levantar. Pedimos, con el profeta, que aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Señor, actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado (Jer.14:7). Ten compasión de las ovejas dispersas y desamparadas sin pastor, y ven al cuidado de los pueblos en esta hora oscura.

Padre, levantamos nuestro clamor ante ti, el Rey de las naciones, para que perdones nuestra maldad, sanes nuestra tierra, y vengan de tu presencia los tiempos de la restauración de todas las cosas (Hch.3:21). Lo pedimos en el maravilloso nombre de tu Hijo Jesús. Amén.

Taller de oración – 49 (Covid-19) – Confesión

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Orando sobre la Escritura que revela la voluntad de Dios

«Os he escrito esto sobre los que os engañan» (1 Juan 2:26)

Padre, en este tiempo de angustia y tinieblas sobre la tierra levantamos nuestro clamor ante tu trono en favor de las naciones.

Hemos pecado. Yo, y la casa de mi padre, hemos pecado contra ti. Hemos trasgredido tu ley; la soberbia nos ha engañado haciéndonos creer que éramos autosuficientes, y míranos ahora, Señor, en la impotencia de los gobernantes para hacer frente a esta plaga contagiosa que nos está causando dolor y muerte.

Por ello, doblamos nuestro orgullo y pedimos desde lo hondo de nuestro ser que atiendas la súplica de tus hijos para que la tierra sea sanada.

Sabemos que la maldad de esta generación ha subido delante de ti (Jonás 1:2) y por ello imploramos tu misericordia en las ciudades y naciones donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda (Jonás 4:11).

Líbranos del engaño de nuestro necio corazón y trae luz y ciencia a quienes trabajan para encontrar el antídoto de este virus mortal. Lo pedimos en el maravilloso nombre de Jesús. Amén.

Taller de oración – 24 (bis)

Tiempo de Oración

ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.

Orando con el salmista por Israel: «Sean afrentados y turbados para siempre; sean deshonrados, y perezcan. Y conozcan que tu nombre es YHVH; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra» (Salmos 83:17,18 RV60).

         Señor y Dios, se han multiplicado nuestros enemigos. Se han levantado los que nos aborrecen sin causa. Han dicho; venid y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria de Israel [1]. Tú, Señor, escogiste a Israel para que fuera el portador de la simiente que había de venir a salvar el mundo. Pero los impíos no entran en el reino ni quieren dejar que entren los que están entrando.

         Amado Dios, sean afrentados y turbados para siempre los que aborrecen tu nombre, tu pacto y tu tierra. Sean deshonrados y perezcan, y sepan las naciones que tu reinas sobre los hijos de los hombres. Porque solo tú eres Dios, y no hay otro como tú, Altísimo Señor.

         Levanta, Señor, tu nombre entre los pueblos, para que conozcan que no hay otro como tú. Santificado sea tu nombre. Bendecido sea tu nombre, oh Dios de Abraham. Eres el gran YO SOY [2]. Te has manifestado en la persona de tu Hijo Yeshúa Hamashiaj [3], para darte a conocer a todas las naciones.

         Altísimo Señor, eres el Rey del Universo. Habitas la altura y al santidad. Eres el Alto y Sublime, habitas la eternidad, cuyo nombre es el Santo; y lo haces con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados [4]. Estás sentado, Señor, sobre la redondez de la tierra [5]; tu trono es excelso, y tu dominio por los siglos de los siglos.

         Oh Dios de Israel, guarda a Israel en esta hora. Protégelo de los enemigos que buscan su destrucción. Guarda, Señor, a tus hijos que invocan tu nombre en todas las naciones. Establece tu trono en medio de las alabanzas de Israel [6]. Tu solo Altísimo sobre toda la tierra.

Dios mío, acuérdate de mi país, España; sana nuestra tierra, Padre; líbranos de hombres perversos y malos y danos días para ver el bien y la misericordia [7], para que podamos magnificar tu nombre con todos los redimidos de toda lengua, pueblo y nación [8]. Exaltado seas para siempre. Eres nuestra esperanza y confianza, por eso los justos se esconden bajo la sombra de tus alas [9].

         Alabado seas Padre eterno. Te honramos y nos rendimos a tu soberanía y dominio para siempre, en el nombre precioso de tu Hijo Jesucristo. Amén.

Notas:

[1] – Salmos 83:4

[2] – Éxodo 3:14

[3] – Jesús el Mesías

[4] – Isaías 57:15

[5] – Isaías 40:22 LBLA

[6] – Salmos 22:3

[7] – Salmos 23:6

[8] – Apocalipsis 5:9

[9] – Salmos 17:8

Taller de oración – 23 (bis)

Tiempo de Oración

ANTES DE ORAR: Haz una primera lectura para ti mismo; si estás de acuerdo con el contenido oremos juntos y unánimes con voz audible.

Orando con el salmista por Israel: «Dios mío, ponlos como torbellinos, como hojarascas delante del viento, como fuego que quema el monte, como llama que abrasa el bosque. Persíguelos así con tu tempestad, y atérralos con tu torbellino. Llena sus rostros de vergüenza, y busquen tu nombre, oh YHVH» (Salmos 83:13-16 RV60).

         Eterno Dios, has oído la amenaza que hoy proclama la República islámica de Irán para destruir a Israel. También, Señor, conoces la violencia con la que los pueblos islamistas pretenden atemorizar a Sión. Has visto la sangre que se derrama de los mártires que no negando a tu Hijo Unigénito son masacrados sin piedad en Oriente Medio, en Sudán, en Nigeria, en Paquistán y muchos otros pueblos que aborrecen a tus hijos.

         Poderoso Señor y Dios de Israel, levántate contra la iniquidad de estas naciones, y de todas aquellas que con su silencio permiten avanzar la maldad en la tierra. Ponlos como torbellinos. Haz de ellos hojarasca delante del viento, porque los malos son como el tamo que arrebata el viento [1]. Ponlos como fuego que quema el monte y llama que abrasa el bosque.

         Tú, Señor, aborreces la iniquidad. Eres santo, y no tendrás por inocente al malvado. Tu justicia permanece para siempre. Tu trono es eterno. Por eso, Dios nuestro, el Santo de Israel, persíguelos como una tempestad y atérralos como un torbellino. Llena sus rostros de vergüenza para que busquen tu nombre. Porque tú no quieres la muerte del impío, sino que se arrepienta y viva.

         Padre celestial, estamos amenazados de muerte por el islamismo. Se ha levantado la bestia para oponerse a tu pueblo y los planes que has anunciado por medio de los profetas. Son tus enemigos, Señor, mientras muchos que hablan en tu nombre abrazan sus mentiras encubiertas en una naturaleza opuesta a tu justicia.

         Levantamos a ti, oh Dios de toda gracia y consolación, el clamor de nuestros corazones por Israel, por nuestra nación, por Europa, por Oriente Medio. Derriba esta mentira que se ha extendido como una potestad contra tu Cristo y Mesías. Concédenos el arrepentimiento, Señor. Abre nuestros ojos cegados por la incredulidad y la dureza del corazón. Sálvanos, oh Dios; restáuranos, Señor. Esperamos en tu misericordia. En la ira, acuérdate de tener compasión [2].

         Padre amado, que la vergüenza que nos ha invadido por nuestras iniquidades nos guie a buscar tu rostro desde lo más hondo de nuestro ser, y podamos penetrar más allá del velo, para que podamos alcanzar en este día la ayuda oportuna y el oportuno socorro. En el glorioso nombre de Jesús lo presentamos ante ti, Juez justo. Amén.

Notas:

[1] – Salmos 1:4

[2] – Habacuc 3:2 LBLA

[3] – Puedes leer este artículo donde “Irán y el Estado islámico amenazan con aniquilar a Israel pronto”, el Señor los confunda.

http://www.noticiacristiana.com/iglesia/israel/2016/05/iran-estado-islamico-aniquilar-israel.html